The Federation. Guapoduo ♡

#18

Sus parpados se abrieron de manera lenta y sin prisa, se sentía algo mareado y confundió, al entrar completamente en razón se sentó de manera correcta observando su alrededor con asombro y sorpresa. Desde las paredes, los cuadros e incluso esa pequeña macetita con un cactus pequeño, el cual tenía el seudónimo de "Nopaloier", todo seguia exactamente como el lo recordaba, Cálido.

Se tocó frente al sentir algo húmedo, era un pequeño parche para bajar la temperatura, se preguntaba en qué momento le dió, solo recordaba una voz llamándolo antes de desmayarse. Se abofeteo, físicamente y mentalmente, pues la persona que lo rescato no era nada más ni menos que...

-você finalmente acordou -escucho una voz hablándole desde el umbral de la puerta- ¿Como te sientes?-

-Aguardo silencio- Estoy bien- dijo dirigiendo su vista a otra parte- Siento las molestias, me iré inmediatamente-

-No es necesario, puedes quedarte el tiempo que quieras - dejo la charola que llevaba en la mesa de noche- además luces terrible-

-¿Encerio?- se tocó la cara mientras agachaba su mirada confundido-

-Si...- se acercó y le tocó el rostro de manera suave, haciendo que le mexicano levantará su rostro- tienes el rostro pálido , y aún tienes algo de temperatura- le acario la mejilla y retiro un mechón de cabello de su rostro-

Se quedaron viéndose fijamente, sus latidos se incrementaron, podían sentir como las emociones aguardadas salían a flote, podían permitirse perderse en la mirada del otro, como si solo ellos dos existieran, pero ya nada era como antes, ya no podían permitirse perderse entre miradas y caricias.
Cellbit aparto su mano del rostro ajeno.

-Lo siento, te traeré algo de agua- se dió la vuelta y salió de la habitación-

Roier no para de sentirse arrepentido, había permitido que las cosas escalarán hasta este punto, dónde ya no podían llegar a sentirse cómodos entre ellos, el no haber manejado con sabiduría sus actos había provocado una fisura en la confianza de todos en la isla, pues aunque pasara casi por desapercibido había sentido pequeñas miradillas de desaprobación, aunque quería pensar que solo era paranoia. Intento tomar la taza de té que el brasileño había llevado para él, pero accidentalmente termino tumbando algo con su mano, una pequeña caja.
Dejo la taza de nuevo en su lugar y tomo aquella caja de tono azul, y la abrió con curiosidad, pero eso fue lo que lo mató. La cerro velozmente sintiendo la ansiedad subir nuevamente por su estómago, no podía seguir ahí, se levantó velozmente de la cama se puso sus zapatos y se acercó al balcón para salir, caminando con dificultad al sentirse mareado, no quería repetir la historia, así que decidió teletransportarse hasta su casa, ¿Era cobarde por huir de sus problemas?, si, y se esfumó entre partículas moradas.

El brasileño suspiro antes de animarse a entrar a la habitación, con la mente más renovada y calmada, no quería seguir comentiendo errores, pues no quería alejar más al mexicano de lo que ya estaba, sus amigos le dijeron estúpido por seguir intentando algo que tal vez ya no tenga arreglo, pero le había prometido lealtad, y eso haría, lo buscaría hasta el fin de los tiempos, aunque el ya no lo quisiera o lo odiara, no se rendiría con él, movió el picaporte y al fin ingreso a la habitación.

-Te traje ....- dejo las palabras al viento al notar la habitación vacía-

Se acercó a la cama viendo a su alrededor confundido, noto que la caja estaba fuera de lugar, era claro que el lo había visto y había huido. Suspiro cansado, la tomo y abrió, acaricio ese anillo que nunca pudo verle puesto a su amado, si tan solo ese día no lo hubiera dejado ir, si tan solo nunca hubiera desaparecido Quackity, si tan solo el hubiera sostenido con fuerza esa mano, pero el "hubiera" no existe.