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Seungmin prácticamente huyó del lugar cuando sus piernas le respondieron. No tuvo el valor para responder verbalmente al hombre frente a él, así que se limitó a sonreír incómodamente antes de marcharse.

Se abrió paso entre toda la gente ignorando el llamado de Jeongin que le pedía que por favor regresara, pero Seungmin no quería volver atrás. Necesitaba escapar. Recibió algunas malas miradas de las personas a las que estaba empujando para poder salir de la casa, pero poco le importaban sus reclamos cuando lo único que tenía en mente era la cara de Hyunjin mirándolo sin emoción alguna. Hubiera preferido que lo viera con odio a que lo viera con desinterés, como si fuera un viejo compañero de clases con el que apenas cruzó palabras y no el chico con el que mantuvo una relación.

—¡Seungmin, espera!—Lo llamó Jeongin ya en la calle. Sostuvo su muñeca y lo obligó a voltear.—Hyung, juro que yo no sabía que estaría aquí. ¡Minho no me lo dijo! Yo quise que vinieras para que te divirtieras, no para esto. Lo siento tanto, por favor, no te enojes conmigo.

—No estoy enojado, Innie.—Le aseguró para tranquilizarlo.

—Hyunjin acaba de regresar, hyung. Vino para el cumpleaños de Felix. *

—¿No es como dentro de dos semanas?

—¡Por eso no entiendo!—Exclamó Jeongin.—No sé qué se supone que hace aquí antes de tiempo. Todo esto no debió haber pasado así.

—No importa, Jeongin. Está bien.—Le aseguró acariciando su hombro. El menor continuaba afligido.

—Claro que importa. ¿Tú estás bien?

Seungmin no respondió. No podía decir que lo estaba, cuando en realidad no había dejado de temblar como si tuviera escalofríos desde que lo había visto.

—Quiero irme.—Fue lo único que le dijo. Jeongin asintió y sacó las llaves del dormitorio de su pantalón.

—No, está bien. Hoy dormiré en mi habitación.—Le aseguró.

Jeongin parecía dubitativo en permitírselo, pero tampoco se resistió.

—Hyung, realmente deberían hablar. Bien o mal, tú estabas buscándolo ¿No es así? Por favor, no dejes que esto te coma la cabeza. Háblenlo de una vez y dile lo de Jinseo, tal vez–

—Jeongin.—Lo paró Seungmin en seco.—¿Viste el chico con el que venía? Estaban disfrazados de Romeo y Julieta.

Jeongin, quien al parecer había tomado eso por desapercibido, tan solo frotó sin delicadeza sus manos en el rostro.

—Me importa una mierda Romeo y Julieta. Tan solo habla con él y–

—No quiero ser esa persona.—Se negó Seungmin con un nudo en la garganta.—Me rehúso a ser el ex que te busca justo cuando estás saliendo con alguien más. Antes, pensé en hacerlo porque no sabía nada de él, pero ahora es distinto. Hyunjin ya no tiene nada de que hablar conmigo acerca de lo nuestro.

Se dio cuenta de ello con la tristeza envuelta en su lengua. Las lágrimas se deslizaron justo a tiempo sobre sus mejillas como las teloneras de una terrible crisis que se avecinaba. No había nada más que hacer, y Seungmin había pensado que sí.

Él había imaginado millones de escenarios en donde podía reencontrarse con Hyunjin y arreglar las cosas, ya fuera antes o después de lo de Jinseo, Seungmin había detallado cada encuentro entre ellos y había practicado mentalmente un monólogo en donde no le daría tiempo de hablar antes de que él mismo terminara de explicarle las cosas. Sabía qué decir y qué no decir para que su confesión sonara sincera y no a manipulación, pero en ninguno de todos esos escenarios imaginó que su cuerpo tendría un apagón total y que su corazón se desbocaría y lo imposibilitarían para hacer cualquier cosa, y mucho menos se planteó la idea de una tercera persona en el juego.

my picture in your wallet || hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora