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Hyunjin supo que no era normal ni saludable enojarse solo porque su, en ese entonces mejor amigo, tenía a otros amigos. Cuando su madre se lo dijo, incluso intentó alentarlo a buscar a sus propios nuevos amigos en Corea, ya que no podía depender solo de sus amigos de Japón a quienes veía cada verano e invierno.

Hyunjin quería a las personas con una intensidad tan grande como para alimentar una planta de energía. Él daba y daba sin esperar recibir nada a cambio porque cuando amaba a alguien, realmente esperaba tener a esa persona a su lado para el resto de su vida. No se imaginaba una situación en donde podría perderlas, porque para Hyunjin su vida no era nada sin seres queridos en ella.

Tal vez porque era un hijo único cuyos padres se habían separado cuando él era un niño, y la única estabilidad que conoció durante su infancia fue la que sus amigos de la infancia le brindaron cuando lo dejaban dormir en sus casas para evitar que Hyunjin escuchara a sus padres pelear. O tal vez fue que el único lazo de afecto materno bien establecido que conoció durante sus primeros años fue el de su abuela, quien lo cuidaba con su vida porque, al igual que Hyunjin, estaba sola.

Ni su madre ni su padre fueron nunca malos o negligentes. Todo había sido culpa de sus propios trabajos, sus propias ambiciones y la incapacidad de ambos para poner a la familia antes que a su carrera. Pero Hyunjin no los culpaba porque sabía lo mucho que les había costado a ambos salir adelante con sus estudios, por lo que retroceder nunca fue una opción para ninguno.

Estrictamente hablando, nunca le faltó nada gracias a sus trabajos. Tuvo los juguetes que quiso, actividades extracurriculares, ropa y uniformes nuevos, tutores cuando los necesitaba, viajes familiares dos veces al año y, lo más importante, comida sobre la mesa sin problema. La cuestión era que su madre no pudo tener tiempo para criarlo hasta que se divorció de su padre y éste se mudó a Japón.

Para ese entonces, él tenía diez años y había sido criado por su abuela. Su madre sabía que su relación con su hijo era frágil y que estaba descuidada, así que por primera vez ella pudo sacrificar sus ambiciones laborales para poner por encima a su hijo. Su trabajo ya le había costado su matrimonio y no iba a permitir que le costara su relación con su único hijo.

Hyunjin aprendió a vivir con su mamá, como una verdadera madre, desde entonces. Y cuando llegaban las vacaciones y viajaba con su padre, se dio cuenta de que su padre también intentaba su mejor esfuerzo para fortalecer su vínculo. Cada uno enmendaba sus errores de la forma en la que mejor podían, y eso hizo que Hyunjin no tuviera problemas graves respetando su autoridad durante la adolescencia. Había aprendido que, si bien no tenía la familia tradicional que la mayoría de sus amigos sí tenía, en la de él también había amor.

Cuando la abuela de Hyunjin murió, él tenía trece años y un corazón destrozado. En su mente no había lugar para la ausencia de su abuela, así que nunca se preparó mentalmente para esa posibilidad, ni siquiera cuando ella estuvo gravemente hospitalizada porque Hyunjin había confiado en que saldría bien, que eran solo achaques de la edad.

Su abuela se había ido y había dejado un gran vacío en la casa donde vivían. Se había llevado el olor a comida recién hecha, galletas horneadas, orquídeas frescas y café molido. Los gatos que atendían a la ventana eventualmente dejaron de ir cuando entendieron que la anciana se había ido. Las gomitas de oso que Hyunjin compraba de regreso de la escuela ya no sabían bien porque no eran compradas con el dinero de su abuela.

La abuela se había ido y la nostalgia había llegado. Hyunjin la conoció y la odió desde el primer momento. La aborreció tanto que se negó a vivir más con ella y logró convencer a su madre de mudarse. Su hogar dentro de la casa también había muerto.

El nuevo departamento implicó un nuevo distrito que le quedara más cerca del trabajo a su mamá para poder cortar el tramo extra que originalmente le tomaba en llegar a la antigua casa, y de esta manera poder pasar más tiempo juntos. Hyunjin se despidió de sus amigos en su antigua escuela y empezó desde cero. Cuando se fue, él había logrado abrirse a más niños de la escuela y su ex mejor amigo de esa primaria, el que lo había hecho enojar cuando eran niños por hacer amigos distintos, lo despidió con un fuerte abrazo y su tarjeta de colección favorita de Spiderman.

my picture in your wallet || hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora