Those eyes.

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A la vista de Iván, o también conocido como Spreen, su novio, Rodrigo (o Carrera), era el ser humano más perfecto que existía sobre la faz de la tierra. No había nadie que lo superara; era atento, cariñoso, tierno, bonito, gracioso, directo, honesto, alegre, empático, dulce, carismático...amaba cada detalle de el, incluso cuando se emborrachaban con sus amigos o ellos dos solos, lo amaba incluso en ese estado. Le gustaba pasar tiempo con el, jugar a cualquier cosa, verlo feliz, sentirlo cerca, sus besos, oír su voz, que se alimentara bien y se cuidara...si, se preocupaba mucho por el bienestar físico y mental del más bajo. Le interesaba lo que le gustaba y lo que no, lo respetaba, daba el esfuerzo de comprarle regalos o de salir lo máximo posible...y bueno, ante las cámaras el no era fanático del contacto físico (y fuera de ellas también), y tampoco era una persona muy tierna que digamos, pero con Rodrigo...era todo lo contrario.

Cuando estaba con el, su carácter cambiaba a uno totalmente tierno, infantil, protector, detallista...era un osito de peluche cuando se trataba de su amado. Y pobre del que se metiera con el...pasaba de ser un tierno osito a un perro bulldog para hacerle de guardián. Y eso era porque sabía que muy en el fondo, su noviecito era inseguro sobre si mismo, sobretodo en su físico; detestaba verlo mal si lo criticaban por eso, y si, toda esa personalidad tranquila se iba a la mierda si le hacían el más mínimo daño.

Para el, Rodrigo era hermoso por su personalidad, pero su físico también lo era; era de baja estatura, tenía la piel blanca, el cabello castaño y algo ondulado, labios carnosos y llamativos, bonita sonrisa (aunque el castaño no le creía), manos suaves pero fuertes, el cuerpo medianamente marcado, una nariz respingada, e irónicamente lo que más le causaba inseguridad a Rodrigo, era lo que más amaba Iván; sus ojos. Eran grandes y verdes, aunque tenía ojeras, pero para el se veían bien. Rodrigo en sí se veía bien.

Su novio constantemente se quejaba de que no era atractivo físicamente, y a decir verdad, Iván ya no sabía qué decirle. Quería convencerlo de que era perfecto tal y como era, pero parecía una misión imposible. Y ese día no fue la excepción. Hace un rato atrás, había ido a visitar a su novio; al llegar, le mandó un mensaje para que le vaya a abrir, y vió que este llevaba unos lentes de sol puestos. No quiso decir nada, al menos no hasta que llegaron al departamento del oji-verde.

-¿Y esos lentes?-Quiso quitárselos, pero enseguida el más bajo se negó.- Ro, estamos solo nosotros, déjame ver tus ojos...

No había ninguna necesidad de usarlos, no estaban en la calle, y tampoco se iban a sacar fotos para las redes, así que eso significaba solo una cosa...

-Me veo como el orto, parece que me pasó un camión por encima.-Sí, inseguridad. Iván no pudo evitar forcejear y, tras varios intentos, se los terminó quitando y apartando de su agarre; vió que instintivamente el castaño miró hacia otro lado, así que tomó con delicadeza su rostro para poder verlo. En efecto, sus ojeras estaban más marcadas de lo usual, pero no por eso dejaba de verse bonito...

-Qué decís, flaco, te ves hermoso, igual que siempre.-Besó su frente y luego la punta de su nariz, cosa que hizo sonreír un poco al oji-verde.- ¿Por qué decís que...?

-Porque es la verdad. Mírame, es obvio que me veo terriblemente mal. Capaz si fuera como vos la cosa cambiaría un poco...-Eso último lo murmuró, pero aún así lo escuchó perfectamente, y ese comentario hizo que su semblante cambiara ligeramente.

-¿A qué te referís con eso? Vení, vamos a sentarnos.-Tomó su mano y lo llevó hasta el sillón, para así sentarse juntos a el.- Ahora, respóndeme.-El castaño suspiró pesadamente antes de hablar.

-Pibe, mírate, sos alto, delgado, tenés buen cuerpo, sos pelinegro, tenés los ojos oscuros, linda sonrisa, la piel blanca y casi de porcelana...no tenés una en contra, Iván.-Rodrigo lo miró y extendió una mano para acariciarle el rostro.- Sos el pibe más hermoso que existe en el mundo, yo no, yo no tengo nada de bonit...

One-Shots Rodrivan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora