-Tu belleza nunca me asustó.-Tras pronunciar esas palabras, vió que el azabache se sonrojó y lo miró con confusión y aún miedo.- Desde el primer día que te ví, me pareciste un pibe re lindo y atractivo, y lo sos. Sos blanco, alto, con buen cuerpo, delgado, tenés una buena genética, el pelo negro y los ojos violetas...pibe, sos perfecto. A mis ojos, sos perfecto, y me chupa la pija lo que digan sobre vos. Te hablé a pesar de las advertencias, así que...-Se alzó de hombros.- Nunca me vas a cansar, ¿Por qué? Porque me enamoré de vos. Te amo. Amo a la persona amargada que sos.-Por primera vez, vió a Spreen con los ojos llorosos y la cara totalmente roja. Eso lo sorprendió un poco, se veía muy tierno...y para su doble sorpresa, el azabache lo abrazó con fuerza; sonrió de forma inconsciente y al instante correspondió.
-V-Vos...vos también me gustas una banda...y tengo miedo, tengo mucho miedo...-Le confesó en un murmullo tembloroso.
-Shhh...tranquilo, está todo bien. No tenés que...ser mi novio necesariamente ahora. Te puedo dar el tiempo que necesites y cuando estés listo, me decís y ya está.
-...sos muy lindo y bueno conmigo, no te merezco.-El azabache se separó despacio de el y buscó tomar sus manos para entrelazarlas, cosa que el más bajo no negó.
-Te mereces el mundo entero, Spreencito. Te mereces todo lo bueno que pueda existir, mereces ser feliz y amado. Mereces todo lo que quieras.-El oji-verde vió como el pelinegro sonreía en grande. Siempre solía taparse la cara con la mano al sonreír, pero esa vez no lo hizo, y no pudo evitar devolverle la sonrisa.- Dios, la puta madre, ¿Por qué carajos te tapabas la sonrisa? Es hermosa...
-Dios, cállate...-Rió levemente y desvío la mirada durante un par de segundos.
-¡Pero es la verdad! Amigo, te juro, vos sonreís y tenés a cualquiera rendido a tus...-Quiso terminar la frase, pero no pudo. No pudo porque contempló bien lo que tenía enfrente, más de lo que acostumbraba a hacer.
Frente a el, tenía la vista más bella posible; Spreen, tomando sus manos y entrelazandolas, con las mejillas totalmente rojas, sonriendo de la manera más dulce, hermosa, conquistadora y sincera posible, con los ojos desbordando y brillando de alegría, y también por cómo el poco sol que quedaba se proyectaba en el.
-...ahhh, no, chau, caí...-Dijo el oji-verde tras muchos segundos de silencio, causándole otra pequeña risa al más alto.
-¿Hasta ahora no me habías visto bien o qué pasó?
-No. Osea, sí...pero...¡Ay, no sé, chavón! Sos muy lindo, me haces confundir. Es tu culpa por ser tan lindo.-El castaño lo señaló con la cabeza mientras entrecerraba los ojos.
-¿Mi culpa? Vos fuiste el bobo que se enamoró.
-Vos también te enamoraste, así que shh.
-¿Qué me shusheas?
-¡Cállate!
-Callame.-El azabache ladeó un poco la cabeza mientras cruzaba sus brazos, y el castaño sin perder tiempo, tomó sus mejillas con ambas manos, se puso en puntas de pie y lo besó sin ningún tipo de preocupación. Spreen no dudó ni un segundo en seguirle el beso, y de hecho, buscó pegarse más a Carrera. Sus labios parecían encajar y moverse a la perfección, no tenían nada de qué quejarse, era un beso tierno y nada desperado, solamente uno en donde se demostraban todo el cariño posible y los sentimientos que guardaban. Sentían que solo eran ellos dos, que no había nadie más que los rodeara o pudiera arruinarles el momento. Poco a poco, el más bajo rompió el beso únicamente por la falta de aire, y al hacerlo, sonrió levemente.-..si me vas a callar así siempre...mejor sigo hablando...-Ese comentario hizo reir a ambos, y el oji-verde tan solo le dió un pico antes de soltarlo y tomar sus manos.
-¿Y si me mudo con vos?
-¿Eh?
-Me quiero ir con vos. Dea, re directo. O también podés venir conmigo.-El azabache rió ligeramente y se mordió el labio inferior.
-Igual...no me molestaría algo de compañía y salir de acá...pero, no sé.
-Yo no te voy a obligar a nada que no quieras, ¿Si? Aparte, tendríamos que salir un tiempo antes de decidir mudarnos. Era una joda.-Vió que el más alto agachó la cabeza y desvió la mirada.- ...pucha, ¿Qué dije?
-¿Qué pasa si yo no quiero que sea joda...?-El castaño sonrió con dulzura y tan solo acarició el dorso de una de sus manos con su pulgar. El azabache podía ser intimidante para los demás, pero para él, que sí se había tomado la molestia de conocerlo, era el chico más tierno del universo entero.
-Ay, cosito...más tierno no podés ser, ¿No? Tranqui, bobo, no te voy a decir que sos un exagerado ni nada de eso.-Le dió un rápido beso en la mejilla y Spreen esbozó una pequeña sonrisa tímida y nerviosa.
-Es que yo siento que sí estoy exagerando...
-Nop. Si te querés mudar, está bien, podemos probar con que estemos juntos los fines de semana y ver qué onda. Lo digo más que nada por tu comodidad y para ver si me soportas, de ser por mi...nos mudamos juntos de una, o mejor aún...mudarnos a otro lado, empezar de cero, dejar todo atrás...y no veo nada de malo en eso.
-Bueno...si vos decís...
-Como quieras.-El azabache quizás no lo decía, pero el oji-verde podía notar que quería mudarse solo porque se hartó de la soledad.
-...probemos lo de los findes...y...eh...-Tragó saliva y desvió la mirada por varios segundos.
-¿Qué?
-...¿Querés...querés ser...? Ya sabes...
-¿Novios?-Preguntó en un murmullo, y el azabache asintió despacio.- ¡Obvio que quiero, bobito!-El castaño respondió y sonrió con emoción antes de abrazarlo, y por suerte, el azabache no lo apartó.- Spreen, ya no tenés que estar más solo, ¿Si? No te pienso dejar ni aunque rompamos en un futuro.
-Me vas a hacer llorar, hijo de puta.
-No pasa nada si lloras...-Dijo en voz baja y notó que el más alto ocultó la cabeza en su cuello.
-Che, que ironía. El oso asocial introvertido se enamoró y por eso se cansó de la soledad...tanto que el oso se quiere mudar y tratar de hacer amigos.-Los dos se rieron, y el castaño tardó unos segundos en contestar.
-Que ironía...el gato social extrovertido fue capaz de sentirse solo aunque tenía a varias personas al lado solo porque se enamoró, y no tenía al que quería con él, y ese sentimiento de soledad solo se fue cuando lo volvió a ver. Y...ahora el gato tranquilamente puede renunciar a su casa o amigos con tal de vivir con el oso...-Empezó a decir, viendo a la nada. Y antes de seguir, rompió el abrazo para poder ver a los ojos morados del más alto, esos ojos preciosos que siempre le gustaron desde que los vió.-...porque el gato se enamoró tanto, que negoció sus siete vidas por una sola con él.
-...te amo.
-Yo también, Spreen. Mucho.-Tras pronunciar esas palabras, el azabache unió sus labios por tercera vez, y el castaño correspondió con una boba sonrisa formada en el rostro.
Que ironía...un asocial queriendo mejorar por conocer a una persona y enamorarse, y un extrovertido renunciando a todos por solo una persona y el amor que le tenía.
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HOLA, REVIVÍ ACÁ, NO ME LLEVEN A LA HOGUERA.Che, pobre Robleis, Carre era totalmente capaz de dejarlo con tal de irse a vivir con Spreen a otro lado. 😿
En fin, tardé porque quería publicar los 3 capítulos juntos y se me bloqueó el cerebelo (más las tareas del colegio y otras cosas personales) para terminar este.
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One-Shots Rodrivan.
Fiksi PenggemarSolo son pequeñas historias que escribo sobre esta parejita para que se entretengan.