Ojos marrones.

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Tuvimos una relación dentro de todo buena, vos sos un chico muy bonito, uno muy precioso, Iván Buhajeruck. Pero, como dije, tuvimos, las cosas no siempre duran. Pibe, cualquiera en su sano juicio perdería la cabeza por vos; sos pelinegro, alto, de piel blanca, labios rosados, linda sonrisa, voz grave...sos un encanto, un total y completo encanto.

Y hubiera resultado bien de no ser porque discutíamos demasiado, somos dos polos opuestos; yo amo abrazar, vos lo detestas. Si bien somos graciosos, el humor es distinto. Yo me duermo tarde, vos tenés horario de bebé. No me cuido, vos sí. Soy extrovertido, vos introvertido...¿Ves? Polos opuestos. Pero, fuera de eso, sos buen chico. Que las cosas entre nosotros no resultaron es otro tema, pero jamás te consideré alguien malo. La verdad quedé hecho mierda cuando terminamos, y mis amigos me hicieron bastante soporte, pobrecitos. Ahora, gracias a Germán, conocí a alguien.

Ese alguien es increíblemente lindo; tiene pelo oscuro, ojos de igual color que a veces, depende de cómo le da la luz se ven más claros o a veces un poquitito verdes (no tanto como los míos, solo es un poquito), una sonrisa demasiado bella, muy gracioso, carismático, cariñoso, y a la vez es demasiado maduro. Eso sin contar que tiene un cuerpo increíble, se nota.

Hace bastante tiempo no salía con alguien desde que rompimos. Es la primera vez que invito a alguien desde que te fuiste, y estoy bien. Lo llevé a el mismo restaurante, pero a el sí le dan risa mis chistes...y estoy bien.

Tomás es alguien verdaderamente increíble, de verdad lo es. El chavón es un amor de persona, no sé, es...perfecto. Entre más tiempo paso con el, más me gusta. Y si, primero fueron semanas de citas, después noviazgo...y ahora meses de eso. El sí se lleva bien con mis amigos, nunca discutimos, es lo que siempre he querido. Ivu, me acuerdo que cuando rompimos, llegué a pensar que el cielo azul parece gris desde que ya no estás aquí, todo el color ahora es blanco y negro. Y como no te puedo hablar, ni regresar el tiempo atrás, mejor al Sol lo tapo con un dedo. Pero...justamente solo fue durante la ruptura, ahora estoy bien, tengo un lindo y perfecto novio con el cual estoy más que feliz y satisfecho. La vida no me podía dar mejor regalo, ¿Verdad? No me puedo quejar de Tomi. Sus labios lucen de rojo, nos vemos bien de la mano, y me gusta el verde en sus ojos que a veces se ve por el tema de cómo se proyecta la luz o el clima...sí, me gusta...si no los comparo con tus ojos marrones. Porque sí, tus ojos oscuros y marrones eran lo que más amaba de tu físico, aparte de tu sonrisita.

No me malinterpretes...Tomás es grandioso, es un muy, pero muy buen pibe, pero...no sé...se siente demasiado distinto, muy bueno para ser real. Es perfecto, lo es, realmente es un pibe perfecto de pies a cabeza y por cómo es su forma de ser, pero...dios, no es lo mismo. Nada es igual, nada es igual, nada, sin tus ojos marrones...

Sí, todavía te extraño. Te extraño y mucho, Iván. Y escribo todo esto porque...no tengo ni la menor idea, me parece que solo lo hago para dejarte ir del todo. Porque cuando terminamos, dejé muchas cosas sin decirte. Te dejé ir como un boludo porque pensé que no valía la pena luchar por vos, aunque cuando nos conocimos hice hasta lo imposible para que me aceptes una cita, no fui capaz de pelear por vos al final.

Y no tenés idea de cómo lamenté eso.

Pero bueno, así son las cosas ¿No? Ahora los dos tenemos rumbos distintos, ya no sé nada de vos...y...yo de verdad quiero estar con Tomás. Lo amo y es maravilloso. Es una persona muy valiosa...te caería bien, creo. Cualquiera querría tener a un pibe como el al lado, independientemente de si sos hombre o mujer...y eso me incluye. Yo digo posta que quiero estar con Tomás...

One-Shots Rodrivan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora