Episodio cinco.

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Una semana había pasado de eso, todo estaba muy tranquilo a excepción de que una vez la habían seguido hasta su hogar pero nada fuera de lo común, su padre había tomado una semana para descansar y ahora se encontraba en su morada. Ambos estaban comiendo mientras hablaban de algunas cosas, pero el mayor tocó el tema de los romances.

Sunoo: ¿Y ya conseguiste novio?

_____: oh.. no, solo no tengo interés amoroso en ningún chico.

Sunoo: Entiendo, bueno, tengo un amigo que tiene un hijo de tu edad, es un buen chico, estudioso y demás, seguramente se llevarían bien.

Esas palabras provocaron que la azabache se ahogara, procediendo a consumir grandes cantidades de agua para pasar aquella comida que se le habia quedado en la garganta.

_____: ¿Que?...

El mayor no tardo en soltar una carcajada al ver la reacción de su retoño.

Sunoo: es broma. No tendrás novio hasta los 70 años. -comento en un tono burlón.-

____: ¡Papá casi me da un infarto!

Sunoo: no es para tanto.

Luego de la cena; ____ salió de la casa para caminar un rato, sin esperarse que en apenas doblando la esquina aquel muchacho de hebras rubias se encontraba allí totalmente solo, este volteo el rostro para verla, dedicándole una pequeña sonrisa, _____ Solo suspiro, acercándose a él.

____: Rindou ¿Cierto?

Rindou: Me halaga que te acuerdes de mi nombre.

____: ¿Que es lo que quieres?

Rindou: -Dejaria salir un pequeño suspiro.- desde que te vi llamaste mi atención, solo quería invitarte a una cita.

____: entiendo ¿Quieres caminar un rato?

Rindou: claro.

Sin más ambos comenzarían a caminar un poco, en silencio mientras el aire frío golpeaba suavemente ambas anatomías, no era un silencio incómodo, era todo lo contrario. Las palabras salieron de la boca del rubio cuando fueron necesarias.

Rindou: ¿Tienes algún hobbie?

_____: me gusta Bailar, de hecho hago danza mixta ¿Y tú?

Rindou: Eso es interesante, me gusta la música, a veces soy Dj.

Nuevamente el silencio se apodero de ambos, Rindou miro de reojo a aquella chica que lo acompañaba, notando sus manos ligeramente rojas por el frío, observando como las frotaba entre si, deteniéndose en seco para tomarlas con delicadeza, cubriéndolas con sus propias manos y acercandolas a su semblante para soplarles un poco, así se calentarían, la fémina observaba está acción con atención, sintiendo como sus manos poco a poco eran calentadas.

_____: Gracias.

El oji-morado elevó la mirada para cruzar con los ojos glaucos de la fémina, provocando así un pequeño click.

Aquel click fue rápidamente evitado por ambos, el Rubio introdujo tus manos dentro de las mangas de tu suéter.

Rindou: Ya es tarde, te acompaño a tu casa.

____: gracias.

Ambos comenzaron a caminar rumbo a aquel hogar, cuando estaban a punto de llegar el masculino se detuvo.

Rindou: Lo siento, solo puedo acompañarte hasta aquí.

____: Lo se, no te preocupes. -Le dedicó una pequeña sonrisa.-

Rindou: ¿Puedo pedirte tu número?

Sin ningún problema se acercó a él, tomando su teléfono para pasarle su contacto, acto seguido se despidió con la mano para adentrarse en su hogar, Rindou solo se dió media vuelta para ir a dónde se podría encontrar su hermano mayor, llegando dónde su hermano solo observaron la casa, la azabache ya se había adentrado en la morada.

Ran: Te enamoras de lo imposible. -señalo el auto policial.-

Rindou: Supongo que si.

Ran: ¿Quieres mi opinión? No pongas en riesgo tu pellejo por una mujer.

Rindou: Lo se.

Al notar la mirada de su hermano, el más alto no pudo evitar soltar una pequeña risita, burlándose del sentir de su hermano en cierta forma.

Ran: tu solo te buscas enemigos.

Palmeo la espalda del menor, abandonado aquella zona de su territorio.

 𝖥𝗈𝗋𝖻𝗂𝖽𝖽𝖾𝗇 ─ 𝖱𝗂𝗇𝖽𝗈𝗎 𝖧𝖺𝗂𝗍𝖺𝗇𝗂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora