Charlando con aquella muchacha se enteraron que su nombre es Mona alguien con la que la azabache estaría agradecida por el resto de su vida. Pero no podía mantenerse tranquila, el hecho de ser perseguida es algo fuerte y no es algo que se tome a la ligera, aún que sabía que era algo que superaría en unos días o quizás más, el mal sabor de boca se quedaba.
Mona: Yo creo que deberías declararle tu amor a ese chico, Emma, los hombres a veces no captan indirectas.
Emma: Pero yo deseo que el se de cuenta, que sea el y además no quiero que me rechacé.
Mona: cariño, es tonto seguir intentando, estás haciendo todo a tu alcance de para que se de cuenta o incluso llamar su atención y nada.
Emma: Lo se -Suspiro-
Mona: ¿Y tú? ¿Que hay de ti?
Emma: oh a ella un pandillero intenta conquistarla o algo así.
Mona: Que romántico, veo que tu amiga está ocupada esperando algo.
Emma: Debe estar esperando la llamada de su hermano mayor.
Mona: Es entendible.
El teléfono sonó y con eso la fémina dió un sobresalto, lanzando el teléfono a la cama (milagrosamente no se callo al suelo.) las otras dos observaron esa acción con sorpresa mientras el teléfono sonaba.
Emma: ¿Rindou?
Cuando observó como su bff asintió, la rubia solo bufo con fuerza.
Mona: ¿Ese es el pandillero?
Emma: Si.
Mona: Yo contesto, tranquilas.
La dueña de aquel artefacto se mordió el puño en lo que Mona atendía el teléfono, escuchando con atención la conversación.
Mona: ¡A no! A mí no me gritas, hijo de puta. Estamos en su casa, ella está durmiendo.
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Mona: Tengo su teléfono por qué se me da la gana, ¿Sabes que? No te le vuelvas a acercar, es mucha mujer para tan poco hombre, con el falo del tamaño de un maní -hacer gesto con los dedos.-
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Mona: Me importan cero tus amenazas, poco hombre, a mi no me vas a gritar. ¿Por qué preguntas si ya sabes dónde está? ¿Y que? Ay cállate, ya me cansé de escuchar tu voz de tarado.
Le colgó, volteando a ver a ambas jóvenes que se encontraban mirando fijamente la situación.
Emma: ¿Que te dijo?
Mona: Que sabe que está aquí por qué tiene contactos, mientras que de fondo un tal Rindou le gritaba que colgara, solo escuché un: "¡RINDOU CALLATE!" -imitar voz.-
Emma: Dios, creo que el que llamo fue Ran.
Mona: Yo creo que deberían irse sonaba que estaba en una junta o algo así.
Perpectiva de lo sucedido.
El rubio se encontraba algo desconcentrado, uno de sus hombres había visto a las dos féminas en una fiesta y cuando las siguió sucedió que huyeron, estaba preocupado de que las hubiera asustado en pocas palabras y más a la azabache, ya la había llamado antes, cosa que no tomo su llamada algo que lo hizo pensar que no querría hablar con el en ese momento. El kilómetro parado o más conocido como Anabelle se dió cuenta, tomando el teléfono de su hermano para llamarla, si no le contestaba le iba a llenar el buzón de llamadas.
Ran: ¿dónde estas? -Su tono de voz fue bastante alto.-
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Ran:... ¿Por qué tienes su teléfono? Mira maldita puta a mi me respetas, estúpida de mierda, yo ya se donde mierda estás no me mientas, tengo gente que me informa.
Rindou: ¡Ran por favor cuenta! -De fondo.-
Ran: ¡CALLATE, RINDOU!
En cuánto preparo sus mejores insultos, noto que le había colgado, entregándole el teléfono al menor.
Ran: Mejor búscate otra, me cae mal.
Rindou solo asintió antes esas palabras, pero ahora tenía un serio dilema que resolver: Seguir su corazón o hacerle caso a su hermano.
Rindou: Ran, dejame que yo me encargue de esto... Por favor.
Ran: ... -Volteo a verlo con cierta seriedad.-
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𝖥𝗈𝗋𝖻𝗂𝖽𝖽𝖾𝗇 ─ 𝖱𝗂𝗇𝖽𝗈𝗎 𝖧𝖺𝗂𝗍𝖺𝗇𝗂
FanfictionNo me importa que tú padre no me quiera ver cerca de ti. -Rindou.