Lo siento

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Capítulo 7
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Dr. Ánimo finalmente había sido derrotado y quedó inconsciente, enterrado entre los múltiples huesos de dinosaurio que antes había revivido.

-¡Bien hecho, Insectoide! -Gritó Ben con emoción, montado en la chica insecto.

-¿Qué es un Insectoide? -preguntó la chica alienígena.

-Bueno, no lo sé, pareces un insecto enorme y lo dije sin pensarlo mucho -respondió Ben.

-¿Entonces Insectoide es mi nombre? -preguntó la chica insecto.

-Supongo, la verdad es que no lo sé muy bien. Si te gusta, creo que está bien -respondió Ben sin saber qué decir.

-¡Bien! Me gusta -sonrió Insectoide.

-Bien, Insectoide, necesito que vueles hacia el aeropuerto -dijo Ben, señalando la dirección.

-¡Muy bien! -respondió Insectoide, volando en la dirección indicada por Ben.

-¿Qué es un aeropuerto? -preguntó Insectoide mientras seguían su camino.

-Dios -dijo Ben, seguido de un suspiro, agobiado por la personalidad de la chica insecto.

El vuelo continuó durante un par de minutos, hasta que sonó una alarma que preocupó a Ben.

-Oh, creo que mi tiempo se acabó -dijo Insectoide tranquila al escuchar la alarma del reloj en su cara, avisando que su tiempo se había agotado.

-¡Ve al suelo rápido, seguimos en el cielo! -gritó Ben asustado.

-¿Por qué? Solo abre tus alas y sigue el camino -cuestionó Insectoide.

-¡Los humanos no tenemos alas! Si las tuviéramos, ¡no estaría encima de ti! -gritó Ben desesperado.

-¿Los humanos no tienen alas? -preguntó Insectoide sorprendida.

-¡Puedes bajar rápido! -respondió Ben desesperado.

-Claro -respondió Insectoide, bajando en picada.

Ben escuchaba cómo el símbolo del reloj parpadeaba rápidamente, preocupado. Si no llegaba rápido al suelo antes de que Insectoide se fuera, las cosas saldrían mal para él.

-Ya casi lleg... -Luego de decir eso, Insectoide desapareció, dejando a Ben en el aire.

-¡Aaaaah! -gritó Ben mientras caía desde una gran altura.

Afortunadamente, Ben logró caer justo en el agua, en un lago junto a la entrada del aeropuerto. Ben se apresuró nadando fuera del lago hacia tierra firme.

-Eso estuvo cerca... -dijo Ben, exhausto.

Ben, luego de recuperarse, corrió en dirección al aeropuerto. Todavía estaba empapado, pero con lo descuidado que es el chico, no le dio mucha importancia (y así inician los Creepypastas). Corrió buscando a Julie por todos lados. Ben no sabía por qué se esforzaba tanto en esto; acababa de conocer hoy a la niña. Tal vez lo hacía por sus caprichos de niño, tal vez por esa idea de que ella era su fan, o puede ser porque él la consideraba linda.

-Maldición, espero no haber llegado tarde -dijo Ben para sí mismo, sin encontrar rastro de la niña.

-¡¿Ben?! -dijo una voz a lo lejos que el chico reconoció al instante.

Ben se volteó, encontrando finalmente a Julie a lo lejos, sentada junto a su padre.

-¡Julie! -gritó Ben con una sonrisa, corriendo hacia la niña.

-Pensé que no llegarías, ¿y por qué estás empapado? -preguntó Julie, notando el estado del chico.

-Lo siento, tuve algunas complicaciones para llegar -respondió Ben, sonriendo.

El Chaquetrix Amor AlienígenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora