Fangs of Justice

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Capítulo 9
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Ben y Clyde caminaban a casa luego de lo ocurrido con Marty. Durante el camino, Clyde le hizo una pregunta a Ben.

-¿Quién era la chica fantasma? -preguntó Clyde.

-N-no lo sé, tal vez era una especie de ángel guardián que no ayudó -inventó Ben esa mentira.

Si bien Ben estaba dispuesto a decirle la verdad a Clyde para presumir un poco, sabía que se metería en problemas con su abuelo. Además, sobre todo, no quería que Gwen se burlara cuando su abuelo lo regañara.

Cuando los primos volvieron a casa de Vera, ya era el atardecer. Ambos entraron gritando para informarle a Abuelo Max y a Gwen lo ocurrido.

-¡Abuelo! -dijo Ben entrando a la casa.

-¡Tío Max! -acompañó Clyde haciendo lo mismo que Ben.

-¡Shhh!, Vera todavía está dormida -calló el Abuelo Max a ambos niños.

-Oh, es verdad, lo siento -se disculpó Clyde.

-¿Dormida? Son las 6:30 de la tarde -cuestionó Ben.

-Tenemos que informarles cosas, este pueblo está embrujado. Primero me ataca una chica fantasma, luego Marty, el vecino, es indestructible y nos persigue -comentó Clyde.

-Sí, y un viejo saltó desde el techo de su casa sin que pasara nada, y otra vieja se pegó al techo y se comió una mosca -añadió Ben.

-Chicos, ustedes dos salieron corriendo y preocuparon a la Tía Vera -dijo Gwen.

-Ella es vieja, estará bien. Saben qué debería hacer. Ya saben, buscar a Marty y golpearlo -dijo Ben señalando su reloj.

-¿Hacer qué? -preguntó Clyde.

-Podríamos investigar, no perdemos nada, pero tú no hagas nada todavía -dijo el abuelo Max observando a Ben.

-Los abuelitos no somos tan olvidadizos, ya sabes -añadió el abuelo Max, como una pequeña burla sobre la gerontofobia de Ben.

Ben y Gwen siguieron a su abuelo fuera de la casa, dejando a Clyde solo y desconcertado.

-¡¿Oigan, y yo qué?! -Clyde se quedó unos segundos solo en el vacío y de la casa, y el miedo de que volviera a aparecer Marty o la chica fantasma fue lo suficiente como para moverse.

-¡Esperen, no quiero quedarme solo! -gritó Clyde siguiendo a los demás.

La familia Tennyson se dirigió a la casa de al lado para ver si Marty estaba ahí y poder interrogarlo.

-¿Hola, hay alguien aquí? -preguntó el abuelo Max abriendo la puerta de la casa de Marty. El abuelo señaló a los niños con su mano para que guardaran silencio y les indicó a todos entrar con precaución.

-Mamá dice que no debemos entrar a casa de otras personas sin su permiso -dijo Clyde, con una rama en la mano, listo para el ataque.

-Silencio, Clyde -calló Gwen a su primo.

El sonido de un reloj que venía de la sala marcando la hora fue suficiente para alertar a todo el grupo, siguiendo su camino en esa oscura casa.

-Esto es malo, esto es malo... ¡Aaaaaah! -gritó Clyde cuando algo se acercó a él.
Gwen encendió la luz, lo que mostró que solo era una chaqueta en un perchero movida por el viento.

-Parece que no hay nada fuera de lo normal -dijo el Abuelo Max.

-No del todo, Clyde, mira, ¿te acuerdas de que Marty llevaba su alfombra en brazos? -dijo Ben, señalando cómo la ausencia de aquella alfombra dejó una marca en el suelo.

El Chaquetrix Amor AlienígenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora