Secretos

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-Espera, ¿cómo que Julie fue secuestrada? -preguntó Gwen, incrédula.

-Según dijo su padre, ella simplemente desapareció una noche, y llevan días buscándola -explicó Ben, con evidente preocupación en su voz. -¡Tenemos que ir a ayudarla y encontrarla! -exclamó, apretando los puños con determinación.

-Sé que eres lento, ¿pero tanto? -respondió Gwen mientras tomaba su computadora y se sentaba para usarla. -Recuerda que Julie está en Japón, y lo más probable es que, si la secuestraron, siga allí.

-¡Pues vamos a Japón! -dijo Ben, exaltado, casi saltando de su asiento.

Max y Gwen se quedaron en silencio por un momento. Mientras la chica seguía usando su computadora, Max continuó conduciendo sin desviar la vista del camino.

-¿Qué? ¿Me van a decir que no? -Ben miraba a ambos, frustrado. -Siempre me recriminan por no usar a las chicas para hacer lo correcto, pero ahora sí quiero hacerlo. Quiero ir y rescatar a mi amiga, de quien sea que la haya secuestrado. No intento hacerme el héroe... yo soy un héroe y no me voy a deten...

-¡Silencio, idiota! -interrumpió Gwen con una sonrisa divertida. -En ningún momento te dijimos que no.

-Sí, Ben, tienes razón. Vamos a salvar a tu amiga -añadió Max, esbozando una sonrisa mientras mantenía la mirada fija en la carretera.

-Yo ya estoy buscando vuelos a Japón -dijo Gwen, concentrada en la pantalla de su computadora. -Aunque estas semanas hay muchos vuelos llenos. Me costará encontrar boletos, pero haré lo posible.

-Gra-... gracias... -murmuró Ben, sorprendido. No estaba acostumbrado a que le dieran la razón tan fácilmente.

Gwen tecleaba rápidamente, su mirada fija en la pantalla mientras analizaba mapas y horarios de vuelos. Después de unos segundos, levantó la vista con una expresión triunfante.

-Genial, podemos tomar un vuelo desde el aeropuerto regional de Rapid City -explicó Gwen, sonriendo con satisfacción.

-¿Hay vuelos disponibles? -preguntó Max, sin apartar la vista de la carretera.

-Sí, aunque solo queda un vuelo con boletos disponibles para mañana en la tarde. Creo que podremos llegar -respondió Gwen, revisando la información.

-¿Y por qué solo uno? -preguntó Ben, frunciendo el ceño.

-Rapid City es una ciudad pequeña y, además, estamos en temporada de vacaciones. Es normal que sea difícil encontrar vuelos a estas alturas, sobre todo porque Japón es uno de los destinos turísticos más populares -explicó Gwen, mientras seguía navegando en su computadora.

-Sí, afortunadamente, si no encontramos inconvenientes, llegaremos a tiempo mañana -añadió Max, relajado.

Como si fuera obra del destino, un camión pasó rápidamente cerca de ellos, seguido de varios vehículos de la policía con las sirenas encendidas.

-¿Tenías que decirlo? -dijo Ben, mirando a su prima con incredulidad.

Capítulo 20
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El camión huía a gran velocidad por la carretera, seguido de cerca por cinco patrullas de la policía. Un helicóptero de noticias también seguía la escena, transmitiendo el evento en vivo.

-Estamos en vivo desde la escena de una persecución en curso. Un vehículo robado se encuentra a pocas horas de la Reserva Federal de Denver, y se cree que los ladrones tienen un rehén -informó el reportero desde el helicóptero, mientras la cámara enfocaba el caos en la carretera.

El conductor del camión trataba de mantener el control, pero de repente un cristal turquesa emergió del asfalto y perforó las llantas del vehículo, obligándolo a detenerse bruscamente. El camión derrapó hacia un lado, levantando una nube de polvo mientras se detenía por completo.

El Chaquetrix Amor AlienígenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora