Cacería

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Capítulo 11
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La familia Tennyson se detuvo no muy lejos de la casa de Tía Vera durante su viaje, decidieron probar algo a petición del Abuelo Max. Él había creado una pequeña "máquina" con los palos y cuerdas que le sobraban en el camper, la cual serviría como un improvisado campo de entrenamiento.

-Bien, todo está listo. Es tu momento, Ben. Recuerda, este entrenamiento es para aprender qué alien usar en cada situación -dijo el Abuelo Max, preparándose para activar su invento de cuerdas.

-Tranquilo, abuelo. Yo sé quién es necesario para esta tarea -respondió Ben con seguridad, buscando en su Chaquetrix y llamando a su amiga.

 Yo sé quién es necesario para esta tarea -respondió Ben con seguridad, buscando en su Chaquetrix y llamando a su amiga

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-¡¿Qué tal, Chiquis?! ¿Para qué me necesitas hoy? -Grito y pregunto Cuatro Brazos con un tono cariñoso al aparecer.

-Te llamé para una sesión de entrenamiento. Quiero que destruyas todos esos blancos que te lance el Abuelo -explicó Ben a su amiga.

-¿Entrenar? Suena bien. Siempre es bueno estirarse un poco y calentar los músculos -dijo la chica, posicionándose para pelear.

-Ben, ¿estás seguro de que ella es la opción correcta para este entrenamiento? -cuestionó el abuelo.

-Claro, Abuelo. No hay nadie más fuerte que Cuatro Brazos -explicó Ben.

-Veo que no lo entiendes. Bien, te lo demostraré -dijo Max, listo para activar su mecanismo.

El Abuelo Max comenzó a mover las cuerdas, activando los distintos blancos.

Cuatro Brazos corrió a gran velocidad y destruyó cada uno de los blancos con sus poderosos puños.

-¡Vamos, tú puedes! -apoyó Ben a su poderosa amiga.

El abuelo no se detuvo y levantó más blancos con el mecanismo, colocándolos en direcciones alejadas. La chica tenía que correr distancias y moverse para golpear cada blanco, lo que la estaba agotando.

-Wow, hay muchos objetivos -decía la chica, ya cansándose luego de tanto correr.

-¡Tú puedes, Cuatro Brazos! ¡Sigue así! -gritaba Ben, aunque empezaba a notar el cansancio de la chica.

-Ben, no seas tonto. Mandaste a una chica que solo usa sus puños a una batalla que no le favorecía -comentó Gwen, observando todo desde una silla de playa mientras se cubría con bloqueador.

-Cállate, Gwen. Observa y aprende. Cuatro Brazos, destroza todo -dijo Ben con una sonrisa segura.

La chica entendió rápidamente y, dando un fuerte golpe en el suelo, causó una onda en la tierra que terminó derribando todo el mecanismo.

-Bien, ya lo viste, Gwen, somos los mejores -alardeó Ben.

La onda fue tan poderosa que alcanzó a todos los demás, derribando a Ben y Max e incluso tirando a Gwen de su silla.

El Chaquetrix Amor AlienígenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora