56-El Rey de los Asura

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Año 700 D.C...

Existió un hombre, llamado Sukuna, un artista marcial prodigioso y bandido, cuyo blanco principal era el Emperador Yamato. Lo odiaba por la opresión que imponía en los menos afortunados por adorar a la temible serpiente de ocho cabezas Yamata no Orochi. Durante sus luchas, fue capturado y ejecutado por órdenes del emperador.

Sin embargo, un año después de su muerte, los reportes de un demonio llegaron a oídos del Emperador Yamato. Un demonio de dos caras, cuatro brazos, dos espadas y un arco que lanzaba fuego. No importaba cuantos de sus soldados enviara, todos acababan siendo asesinados sin piedad. Los agricultores, los artesanos y las clases más bajas empezaron a rebelarse contra él y contra la serpiente de ocho cabezas. 

Este demonio se presentó como Ryomen Sukuna y armó un ejército en busca de venganza y justicia. Los ejércitos humanos del Emperador Yamato fueron arrasados por Ryomen Sukuna, pero todo se vino abajo por la intervención de Yamata no Orochi. La serpiente de ocho cabezas y cincuenta metros de alto derrotó a Sukuna y a su ejército. 

Ryomen Sukuna logró sobrevivir y vagó por las demás tierras de Asia, masacrando a los opresores de los débiles y convirtiéndose en un temor para los tiranos. Buscaba el suficiente poder para poder derrocar a Yamata no Orochi, desarrollando sus Jujutsu y adquiriendo grandes tesoros.

Para cuando regresó a Japón, descubrió que Yamata no Orochi ya había sido derrotado por el Arconte exiliado, Susanoo no Mikoto. Enfadado porque le habían robado su venganza contra el creador de tanto daño, desafió a Susanoo a duelo. 

Lo que no contaba Ryomen Sukuna, es que se trataba de un Susanoo en su máximo esplendor. Un guerrero Arconte que había dominado la Totsuka-no-Tsurugi y la Kusanagi-no-Tsurugi, la espadas más poderosas de toda Takagamahara. Tesoros Sagrados que únicamente eran igualados por los de Shiva y Rudra. Armado con dichas espadas, derrotó a Ryomen Sukuna, pero al ver su valor, sentido de la justicia y fuerza, decidió invitarlo a Takagamahara, para que pueda mostrar su poder la resto de Arcontes, convirtiéndose así en el único Asura en forma parte de los en ese entonces, Diez Devas.

En la actualidad...

El combate entre Samuel Dupont y Ryomen Sukuna había comenzado, pero ninguno había dado el primer paso aún. El chico leopardo había adoptado una postura Hitman del boxeo mientras hacía su movimiento de pies, por otra parte, Sukuna desenvainó las dos espadas que tenía en la espalda. Las dos espadas que llevaba no parecían katanas, ya que eran de doble filo y totalmente rectas, como las espadas europeas, siendo la única diferencia el mango.

—Boxeo ¿Eh?... parece ser un estilo bastante interesante —comentó Sukuna, con una ligera sonrisa—. Adelante, niño, dame una gran batalla. 

El primero en atacar fue Sukuna con sus dos espadas, en un estilo de combate que parecía una fina danza. Con cada movimiento de sus espadas, lanzaba ondas de cortes a Samuel, quien podía esquivarlas con una velocidad incluso mayor a la que tenía cuando ingresó a Takagamahara.

Samuel trató de atacarlo con algunos golpes clásicos del boxeo, pero al tener cuatro brazos, Sukuna podía defenderse con sus brazos inferiores mientras seguía atacando con sus brazos superiores.

Jujutsu: Orochi no noroi hyaku kiri (Técnica Maldita: Cien Cortes Malditos de Orochi) —conjuró en una curiosa pose con sus dos espadas.

Varios cortes hechos de Miasma fueron lanzados hacia Samuel, abarcando toda la arena de combate. El chico se transformó en su forma leopardo para aumentar aún más su velocidad, reflejos y reacción ante este letal ataque, logrando salir casi ileso, solo con unos ligeros cortes en el cuerpo que se sanaron al instante. Ahora era el turno de Samuel para contraatacar.

VIDAS PARANORMALES 3: LA ESPADA DEL SHINIGAMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora