VIDAS PARANORMALES 3: LA ESPADA DEL SHINIGAMI

53-El Ritual del Ahorcado

En los bosques de Scáthach, Shawn Simpson se encontraba entrenando con su Simulación Marcial, usando tanto a Gáe Bolg como a Fragarach, ya que estaba desarrollando un estilo de combate similar al que observó de Cú Chulainn, en el cual usaba una lanza en la mano derecha y una espada en la izquierda. ¿Su oponente? su querida novia, Sara García, o al menos la versión suya de la que tenía más información, ya que aún no estaba al tanto de la nueva fuerza que tenía su pareja, pero aún así era un oponente formidable. 

Shawn ya había aprendido casi todas las técnicas de lanza del Estilo de las Tierras de las Sombras y también ha mostrado un gran manejo de la espada Fragarach.

Otra cosa en la que había mejorado era en su Arte Místico Welcome to the Jungle, gracias a los consejos de su maestra, quien también poseía habilidades mágicas sobresalientes.

La mejoría acelerada se debía al Arte Arconte de Scáthach, Ann an Tìr nan Sgàil (En la Tierra de las Sombras). Solo había pasado un mes y medio desde que llegó a Gondor, pero con aquel Arte Arconte, llevaba dos años entrenando con la Arconte pelirroja. Además de que gracias al ambiente en donde entrenaba, sus capacidades físicas habían aumentado hasta el punto en que tenía una fuerza física comparable a la de su anterior maestra, Shui Li.

—Has avanzado mucho desde que llegaste, estoy orgullosa de mí por ser una gran maestra —dijo Scáthach, llegando al lugar con la mano en la cadera.

—Aunque no me guste alimentar su ego, debo confesar que es muy buena enseñando —dijo Shawn, decidiendo tomar un descanso de su shadowboxing—. Sin embargo, creo que aún no es suficiente. Con el nivel que tengo no creo poder contra Musashi Miyamoto o contra otro de los Inigualables Bajo el Cielo. Necesito más, ¿Qué otro entrenamiento puedo hacer? Realizaré lo que sea.

Scáthach se quedó pensando un par de segundos, sabía de un método de obtener mucho poder, pero era sumamente arriesgado.

—En Gondor, se cuenta de un ritual que se realiza en el árbol Yggdrasil y si sobrevives, obtienes un gran poder —reveló con la mano en el pecho—. Hace miles de años, Odín se apuñaló en el pecho con su lanza Gungnir y colgó durante nueve días y nueve noches en las ramas del Yggdrasil, obteniendo entre muchas otras habilidades, La Hechicería de Runas y el poder entender de una manera profunda la Energía Kundalini, como si literalmente pudieras leer su código. Se le conoció al ritual, como El Ritual del Ahorcado.

—¿Alguien más ha sobrevivido además de Odín? —preguntó Shawn, intrigado.

—Solo yo y Freyja —respondió cabizbaja—. Por eso... no lo hagas, por favor.

—Tengo que hacerlo, maestra Scáthach... ¡fui reconocido por Musashi Miyamoto, tengo que alcanzar todo mi potencial! —exclamó apretando el puño con determinación— ¡Tengo que alcanzar a los Arcontes para poder derrotar a los Inigualables Bajo el Cielo y a Shinigami!

—Maldita sea, mocoso... ¿por qué eres tan terco? —musitó con voz rota.

—Aprendí de la mejor —respondió sonriéndole.

—Hahaha... eres una idiota. No puedo detenerte, solo tengo algo que pedirte... por favor no mueras —suplicó entre lágrimas, abrazándolo—. Sí, sé que es cursi, pero has sido un buen discípulo. No quisiera perderte tan pronto, quiero que vivas hasta los cien años, ¿escuchaste? 

—¿Le soy sincero? Tampoco quiero morir... de solo pensar en hacerlo, me tiemblan las manos sin parar —confesó, con una sonrisa nerviosa—. Pero no se preocupe, prometo que sobreviviré.

Maestra y alumno se abrazaron un rato, en silencio. Shawn se moría de miedo por lo que estaba a punto de hacer, pero ya había visto la muerte a los ojos varias veces, sabía que si quería tener oportunidad contra los Inigualables Bajo el Cielo y contra los enemigos futuros, tenía que realizar este ritual a toda costa.