19.Nos volvemos a ver

88 8 5
                                    

Nos llevó alrededor de dos horas el poder llegar a los alrededores del refugio, después de unas cuantas cuadras estaríamos de vuelta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nos llevó alrededor de dos horas el poder llegar a los alrededores del refugio, después de unas cuantas cuadras estaríamos de vuelta. Me recosté en el asiento.

—¿Cansada? —John me preguntó.

—Nah, solo estoy pensando.

Luego pasamos unos cuantos bloques. Mientras miraba por la ventana, había cenizas cayendo.

—¿Cenizas? —murmuré.

Cuando intenté buscar la fuente de las cenizas, me di cuenta del gran humo que parecía provenir de un incendio.

—¿Es en esa dirección? —John se cuestionó.

—¡Písale, John!

John pisó el acelerador en dirección del refugio, al menos lo quedaba de él. Manejamos a alta velocidad a través de varios bloques, hasta que finalmente logramos ver el refugio en la distancia. Bueno, lo que antes era un refugio, ahora solamente era unas ruinas envueltas en fuego.

—¿Qué diablos pasó aquí? —preguntó John, apenas siendo capaz de creer lo que sus ojos veían.

Detuvimos el auto a un bloque de distancia del refugio. Inmediatamente me bajé, asegurándome de tomar el rifle que había dejado en el asiento trasero. John hizo lo mismo que yo.

—¿Entonces cuál es el plan? —pregunté, al mismo tiempo que metía un nuevo cargador al rifle.

—Entramos y... —John tartamudeó—. No sé, buscamos supervivientes.

—Lidera el camino.

Ambos comenzamos a caminar hacia la entrada principal. La puerta estaba completamente derrumbada, había sangre en los marcos.

—No bajes la guardia —Dijo John, al mismo tiempo que ambos entrábamos.

Todas las carpas estaban destruidas, había sangre y cadáveres por todas partes. Se notaba que algunas personas habían muerto aplastadas por escombros, mientras otras habían sido devoradas vivas.

—Dios mío —no pude evitar sentir náuseas, al ver el panorama tan sangriento de lo que antes era un refugio seguro.

—Tenemos que seguir —John dijo, mientras seguía caminando a través de los cadáveres ensangrentados de los que antes eran sus amigos.

Le seguí el paso, aún con toda la destrucción.

Todo estaba en silencio, demasiado silencio.

"Algo anda mal".

No había ningún rastro de infectados. Ambos continuamos por los pasillos, hasta que pasamos por la cafetería. Yo me asomé por la puerta para el interior, adentro había más de lo mismo, escombros por todas partes, niños y adultos aplastados.

"Esto me da náuseas".

<Ta, Ta, Ta>

Un ruido metálico se escuchó haciendo eco en todo el lugar.

PandoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora