· ─ ❨ 𝗱𝗲𝗺𝗼𝗻𝘀 ❩
mírame a los ojos, es don
de demonios se esconden
Akane sabía que su quirk era algo con lo que tenía que tener cuidado, por eso siempre lo evito. No fue hasta que tocó su turno de salvar a alguien que supo q...
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capitulo veinticinco "festival cultural"
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Akane y la clase A estuvieron el tiempo restante perfeccionando todo. Realmente esperaba que sus esfuerzos rindieran los frutos que esperaban, de lo contrario se sentiría muy mal consigo misma. Pero cuando pensaba en eso intentaba olvidarlo, ya que si Destoles estuviera ahí la regañaría por su pesimismo. Soltó una risita nostálgica al recordarlo.
Un día antes del festival fueron a practicar un poco en el gimnasio, pero a las nueve fueron corridos de ahí. Oficialmente a las nueve de la mañana del día siguiente comenzaría el festival. Esa noche algunos (entre ellos Akane) seguían despiertos casi a medianoche porque no podían dormir debido a la emoción; en justificación hacía mucho tiempo que no realizaba algo tan planificado que le jugaba en contra, recordando que siempre que debía levantarse temprano para algo importante su sueño se iba por completo. Era una mala costumbre, pero no podía hacer mucho.
Entre pláticas con los que seguían despiertos fue que Midoriya se percató que la soga que usaba para ayudar a Aoyama estaba tan desgastada por ensayar que podía ser peligrosa, así que se decidió que iría a comprar una temprano. Aunque le dejaba el tiempo justo él insistió.
A las 8:45 de la mañana todos se pusieron de nervios. Akane estaba sudando tanto y tuvo que llevar un pañuelo para limpiarse a cada rato, lo cual no era agradable. Se había colocado una camisa que diseñaron para los de la banda (aunque Bakugo seguía reacio de ponérsela) junto a una falda corta con vuelo de color negro, unas mallas de red y unas botas negras. Estuvieron arreglando los últimos detalles, aunque no fue por mucho tiempo porque para las 9:30, faltando media hora para que iniciara, el gimnasio estaba atiborrado de alumnos que esperaban con impaciencia el concierto. Akane se estaba asomando cada tanto a ver que el número de alumnos no bajaba, alterándola. Las multitudes no eran lo suyo.
—Akane, tranquila, todo saldrá bien —le dijo en voz baja Todoroki, posándose a su lado detrás del escenario y esbozando una pequeña sonrisa. Verlo tan lindo sólo provocó que se pudiera más nerviosa, pero asintió varias veces para tranquilizarlo.
