Media hora de camino silencioso pero sobretodo incómodo, aquel carro se había estacionado frente a una gran casa.. gigante.. una mansión bella que sería el sueño de cualquier persona. El chofer fue el primero en bajar.. abrió con cuidado la puerta del auto, Neil bajó mientras jalaba a Shaun para que saliera también. El menor se quedó totalmente sorprendido ante tal casa.. solo había visto esas casas en películas y series. Salió de sus pensamientos tan pronto sintió el jalón de su brazo para hacerle caminar... Neil que aún se encontraba tan serio y frío... no emitía un solo ruido.. solo sus pisadas y su respiración profunda.Cuando entraron finalmente.. vaya.. todo era demasiado espacioso.. pero sobretodo lujoso.. cada cosa brillaba como el oro mismo.. la luz era tenue.. las velas ayudaban alumbrar el lugar.. él se quedó mirando todo con asombro.. con miedo.. no quería tocar nada.. ni siquiera quería pisar el suelo.. si rompía algo seguramente estaría hasta el fin de su vida pagando lo que había roto. El lugar era silencioso pero cálido gracias a la chimenea que había en la gran sala de estar. "¿P-por qué m-me trajiste aquí..?" Susurró él con el poco valor que le quedaba.. Neil se sentó en uno de los sofás.. era de color vino.. suave al ser de seda. Agarró la botella de whisky y se sirvió en un vaso de cristal.. tan fino como el diamante.. y tomó un sorbo antes de hablar. "Porque... eres mío y te quedarás a vivir conmigo,. hasta que aprendas.. que solo eres mío"
Los ojos de Shaun se abrieron por completo en sorpresa al escuchar aquello, pensaba que era chiste pero oh claro que no.. él lo decía totalmente en serio... comenzó a temblar ligeramente mientras daba unos pasos hacía atrás y escuchó su voz nuevamente. "Ni se te ocurra dar un paso más..." Dejó el vaso de whisky a un lado y se levantó de inmediato.. lo miró como un depredador mirando a su presa.. la más deliciosa y jugosa posible.. lo agarró fuertemente de la nuca y comenzó a besar su cuello de manera intensa. Shaun sintió el pánico recorrer desde la punta de sus pies hasta su espina dorsal. "¡S-SU-SUÉLTAME!" exigió Shaun pero la única respuesta que obtuvo fue una suave baja risa ronca mientras entonces agarraba a Shaun con fuerza y lo apegaba a su cuerpo.
Definitivamente sería una noche demasiado larga.. incómoda y llena de terror, solo el silencio de la gran mansión era testigo del miedo en los ojos del chico.
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My Dulcinea.
RomanceEn un hospital pequeño pero bullicioso, el residente Shaun Murphy se encuentra con un nuevo paciente inesperado: Neil Meléndez, un mafioso herido. A pesar de sus antecedentes poco convencionales, Shaun atiende a Neil con profesionalismo y dedicación...