26

567 50 79
                                    

Yeosang no se había dado cuenta de lo cansado que había quedado después de tener sexo con Jongho, sólo se dio cuenta de aquello varios minutos después cuando despertó aún con su cuerpo encima del moreno, ahora estaban ambos tapados por la ropa de la cama aunque de forma muy pobre porque se notaba que el menor había intentado taparlos sin despertarlo a él.

— Me quedé dormido. — Dijo Yeosang bostezando sin levantarse de su lugar-.

— Si me di cuenta. — Respondió con una breve risita. — Creo que gastó muchas energías, profesor.

— Así que volvemos al "profesor" — Lo molestó. — Creí que me habías dicho Yeosang, ¿El sexo te da confianza? — Se enderezó un poco para poder ver el rostro del menor-.

— No realmente, es sólo que he querido llamarlo por su nombre hace un buen tiempo y cuando perdí el control de escapó de mis labios ¿Es tan malo que lo llame por su nombre?

— No lo es. — Llevó una de sus manos hasta el rostro del menor, delineando la naríz de este con su dedo medio, como descubrió que le gustaba hacer. — Puedes hacerlo cuando estemos solos, aunque creo que extrañaré que me digas profesor, es tierno cuando lo haces.

— Muchos alumnos se lo dicen. — Volteó con cuidado dejando a Yeosang debajo suyo-.

— Ninguno de ellos significa nada para mí. — Los ojos de Jongho se abrieron grandes y con un extraño brillo en ellos. — O sea, tampoco... es que tú signifiques mucho. — Agregó de inmediato. — Sólo eres diferente, porque a ti te he permitido cosas que...

— Ya no hable más. — Lo interrumpió con un breve beso en los labios. — Cada vez que quiere hablar mucho lo arruina, es por eso que he aprendido a leer entre líneas con usted.

Yeosang no supo que responder. Es decir, sabía que Jongho no era idiota, que no era el típico adolescente, pero muchas veces deseaba que no fuera tan agudo o tan "adulto" para algunas cosas porque lo dejaba sin palabras y no sabía que hacer después en ciertas circunstancias.

— De seguro lees muy mal. — Terminó por decir. — Pero te lo dejaré pasar por ser mi alumno favorito... por ahora.

— ¿Por ahora? — Preguntó levantando una ceja. — ¿Pretende enseñarle este tipo de cosas a algún otro alumno?

Consideró la posibilidad de decirle que sí, que ahora que ya había probado la fruta prohibida y no estaba recibiendo las consecuencias de hacerlo, bien podría intentar probar con algún otro alumno porque en ese colegio había muchos que eran bastante guapos, pero lo cierto era que no tenía la más mínima gana de hacerlo. Yeosang seguía pensando (y estaba muy convencido de aquello) que no le gustaban los adolescentes, sólo le gustaba este adolescente. Los demás los veía tan pequeños como a su hermano, aún cuando ya tuvieran apariencia de hombre y les faltara poco para la mayoría de edad.

Solo... no quería decirle al moreno que él era la excepción, que era diferente al montón, porque no quería que pensará cosas que no eran,no quería que se sintiera especial.

— No. — Respondió finalmente-.

— ¿Sólo conmigo? — Insistió el menor con una tierna sonrisa-.

Yeosang suspiró sin poder evitarlo, la ternura de Jongho era un arma bastante poderosa sobretodo porque los hombres no acostumbraban a ser tiernos con él, más bien eran apasionados y dominantes y eso le gustaba muchísimo. Ahora estaba descubriendo que la ternura le gustaba también.

— Baby you're all that I want, when you're lyin' here in my arms. — Cantó en susurro apartando unos mechones de cabello que estaban en la frente del moreno. — I'm findin' it hard to believe, we're in heaven

El Alumno Favorito [JongSang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora