37

460 51 68
                                    

Llegó a la casa dispuesto a matar a su hermano por haberle dado la grata (y también terrible) sorpresa de enviar a Seonghwa a su encuentro sin siquiera advertirle, pero se encontró con la sorpresa de que él no estaba ahí.

En el refrigerador había una nota "estoy de mal humor, necesito calmarme un poco, así que pasaré este fin de semana en la playa. Por favor no te enojes, te quiero".

Ese chico ciertamente iba a matarlo del disgusto ¿Cómo se le ocurría llegar e irse sin siquiera pedir permiso?

Tomó las llaves del auto dispuesto a ir a buscarlo a la misma casa de su "tía" de ser necesario, pero llegando a la puerta se arrepentió, realmente no estaba de ánimos después de todo lo que había pasado ese día, así que decidió quedarse en casa. Ya habría tiempo para que escuchara su sermón... si es que después le daba el ánimo y no renunciaba a retarlo.

Fue directo a la cocina por un vaso de agua, sacó su celular para llamar a Jongho y explicarle bien lo que había pasado, sin embargo, el menor no le contestó la llamada.

Cocinó algo deliciosos para calmar su apetito y regalonearse a sí mismo un poco, y luego volvió a llamar a Jongho. No contestó.

Bien, le daría más tiempo...

Ordenó el departamento para no tener nada que hacer el fin de semana y poder descansar como tanto estaba necesitando, quizás ver una serie completa mientras comía comida chatarra o algo así. Entonces volvió a llamar al menor. Seguía sin contestar.

Era tan frustrante que no contestara sus llamadas porque jamás lo había ignorado de esta manera. Y así fue que, por primera vez, Yeosang entendió lo mucho que el menor se molestaba cuando no le contestaba el teléfono cada vez que llamaba.

Siempre había considerado medio obsesiva esa insistente forma de llamarlo por teléfono cada vez que sentía debía hablar de algún tema hasta sanjarlo. Es decir, encontrar más de diez llamadas perdidas en el celular por situaciones que no eran urgentes, pues le molestaba. Pero ahora entendía que cada vez que Jongho lo llamaba, era porque él si consideraba importante hablar con él.

De modo que el profesor lo volvió a llamar veinte veces más. Al principio la llamada entraba, pero después de unas cuantas llamadas lo mandaba directo al buzón. Aunque aún podía molestarlo por mensajes hasta que se dignara a contestar.

"¿Vas a seguir ignorando mis llamadas?"

El menor no contestó.

"¿Puedes dejar de actuar como niño y escuchar lo que tengo que decir?"

Tampoco iba a contestar sus mensajes al parecer, de modo que aún en contra de su voluntad y tratando de actuar como un adulto se rindió por ese día y decidió darse un baño para luego ir a dormir o al menos girar en la cama hasta conseguirlo. Pero cuando volvió a la habitación había un mensaje en su celular.

"Soy un niño, así que actúo como tal ¿O se te olvida que esa fue una de las razones por las que no querías estar conmigo?"

De acuerdo,él tenía razón...como siempre.

"Lo de Seonghwa no es como te estás imaginando, te llamaré para explicarte" — Insistió el profesor-.

"No me interesa. Has lo que quieras con tu vida que yo haré lo mismo con la mía"

Yeosang no podría decir si se debía a que la respuesta del menor lo puso celoso, a la falta de sueño reparador o solo a un ataque de reverenda estupidez que respondió lo que respondió.

"Muy bien, diviértete entonces porque yo sin duda lo haré también"

El menor no volvió a responder.

El Alumno Favorito [JongSang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora