Me bastó mirarte solo una vez,
para entender que aquí me quedaría.
Quise llenarte de primeras veces,
y tú me diste un corazón roto.
Me entregaste tantas despedidas
que las hice parte de mi rutina,
y volver a verte fue como tener
mil veces el mismo déjà vu.
Primera despedida,
una bala en mi pecho.
Dices que
no estás preparado para este amor
y yo camino herido, esperando
que vengas a socorrerme
mientras lentamente este cuerpo
se desangra.
No sé cómo me siento,
mis emociones me han abandonado y
tengo un cuerpo vacío,
mi alma se ha cansado y ha huido.
Caminas pintando mariposas en esta herida,
hay cien estrellas
observándonos bailar en la cama
al compás de todas las melodías,
te espero entre rutinas para
escucharte reír una vez más.
Segunda despedida,
mi cuerpo se desvanece,
lo que llaman una
muerte lenta y súbita.
Me dices que estamos en
puntos diferentes y que
no quieres estancarte con mi
presente.
Camino lentamente
buscando(te) en algún rincón,
coqueteando con otro cuerpo,
buscando nuevas esperanzas
o solo un lugar donde descansar.
Te acercas y me dices – Amor -,
te observo mientras
me cuentas todas nuestras fantasías
y veo nuestro futuro en tus ojos
tan azules como el mar.
El mundo se detiene
con la tercera despedida,
te digo adiós no porque no
te quiera,
solo he encontrado otra esperanza.
Entiendo que hay historias que no terminan,
solo se pausan para contarse en el momento
adecuado.
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Entre Café y lagrimas
Poetry¿Cómo el amor se acaba tan rapido? ¿Como un día te levantas y dices que ya no quieres estar?. Cada poema es una carta para ti y para mi, agradeciendo cada momento desde que te conocí hasta que nos dijimos adios.