XIII. LA VIDA ES ARTE

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En un rincón de mis silencios,

donde las palabras se esconden,

y las letras titubean, los poemas me cuestan.

Contrario a lo que el mundo cree,

escribiendo me pierdo, las palabras exactas,

en el papel se tornan misteriosas.

Pero este año, un alma nueva ha llegado a mi ser,

ha roto puertas y ventanas, sin permiso, sin aviso.

Algo inesperado, nuevo en esta historia,

más de lo que creí, esto amor desborda.

Abraza mi esencia, despliega sus alas,

desafía mis miedos, toca mis entrañas.

No hay promesas eternas, no es un salvador.

¿Entonces que es?

Junto a él, me siento como una flor.

He aprendido que no debo pedir perdón,

por dar tanto, por ser un loco enamorado, del amor.

Soy yo, y él, me deja ser.

En las noches compartidas,

le doy mis temores, el pavor al abandono, los miedos de mis errores.

No se ha reído, ni ha huido, me envuelve

en un abrazo que me hace creer

que puedo ser feliz.

¿Qué hacer con esto?

En mi mente, la duda persiste,

correr, dejar, enojarme,

no sé cómo ser realista.

Me acostumbre a recibir poco,

y ahora que llega todo por

montones, qué extraño es.

no hay un para siempre, pero si un

vivamos cada día como si el mundo

fuera a terminar mañana, y esta fuera

nuestra despedida.

En la distancia, risas resuenan,

muchas emociones, el amor se enciende.

A mi corazón, el chat envejece,

en esta realidad efímera me veo atrapado.

Nuestras fotos, el recuerdo de sus labios,

en cada beso, una sinfonía, en su sonrisa, un credo.

Y gracias a él, en este momento imperfecto,

me atrevo a escribir, en sus manos están las palabras.

Mi corazón hoy confiesa:

todo es poesía, unos versos

un poco caóticos, pero sinceros al fin de cuentas,

por él, escribiría mil, pues con él, la vida es arte.

Entre Café y lagrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora