Recorro estas calles
y recuerdo quienes éramos o lo que queríamos ser.
Recuerdo que me decías:
"sí cerramos los ojos y soñamos lo suficiente,
podríamos quedarnos aquí para siempre",
tantas cosas que queríamos y que no pudimos hacer.
Mis días a tu lado eran destellos
de una vida que pudo ser y que no fue.
La forma en la que caminabas
como si te estuvieran persiguiendo,
porque decías que querías adelantarte al futuro y ser tú quien decidiera lo que vendría.
Tu forma de reír sin parar
solo porque no te gusta hacer las cosas a medias.
Te acostaste en mi pierna
y yo acaricie suavemente tu cabello
hasta que te quedaste dormido.
Que inmenso era saberte en mis días,
qué grande era mirarte y encontrarme en tus ojos,
que afortunado me sentía cuando me regalabas tu tiempo
y volábamos lejos de todo.
Por eso no olvido el día que te marchaste
(huiste),
me miraste mientras las lágrimas caían por tus mejillas,
dijiste: "te quiero",
y después de eso un montón de cosas salían de tu boca,
una y otra y otra y otra...
Fuiste una estación en mi vida,
llegaste en verano cuando el sol estaba saliendo
y te fuiste en otoño cuando todo se estaba secando y cambiando su forma,
así como nuestro amor que se secó
y se convirtió en un simple fragmento de mi historia.
De la historia que pudo ser nuestra.
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Entre Café y lagrimas
Poezja¿Cómo el amor se acaba tan rapido? ¿Como un día te levantas y dices que ya no quieres estar?. Cada poema es una carta para ti y para mi, agradeciendo cada momento desde que te conocí hasta que nos dijimos adios.