XI. ENTRE CAFÉ Y LAMENTOS

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Ayer visite la cafetería de la esquina,

el aroma del café trajo viejos recuerdos,

de ti, de mí, de nosotros.

Aquella historia inconclusa, sueños que tejíamos

con nuestras manos, en aquellas noches

cuando al estar juntos,

el tiempo no existía.

Tan vastos como el océano,

con la fuerza de mil olas chocando en las rocas.

Aquella cafetería,

testigo de nuestras risas,

allí donde el café albergaba más que solo liquidez,

sostenía lo que fuimos aquellos días,

las miradas que valían más que mil palabras.

las mesas aún guardan en secreto

nuestras conversaciones, como este

pasado que se niega a desvanecer.

Rincones empapados de risas,

de abrazos y de amor.

Ayer visite la cafetería de la esquina,

donde el pasado se encuentra con el presente,

donde el café huele a nostalgia y sabe a sueños

perdidos, donde aún resuena nuestro adiós,

como un eco en el silencio.

Cada rincón, cada detalle, cada suspiro,

es un reflejo de lo que fuimos,

todo me lleva por un laberinto donde me pierdo

y el recuerdo de tu risa aún suena.

Estoy en la orilla de este vacío,

camino por los pasillos buscando encajar,

intento agarrar la mano de quien está al otro lado y no puedo,

porque sé que esa mano ya no desea que me agarre de ella.

En este juego de cafés y lamentos,

donde mis recuerdos se mezclan con la soledad,

donde lo perdido suena en cada sorbo,

me encuentro, buscándote en la esquina del olvido,

en esta cafetería donde todo comenzó

Entre Café y lagrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora