VIII. SOLO TU SABES

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A veces te miro,

quizás en un sueño o quizás no,

a esos ojos que me hacen querer saltar

sin paracaídas al precipicio de tu mirada.

Tú sonríes y me dices:

"abramos nuestras alas y volemos juntos

al amanecer",

y yo me creo pájaro, y yo te creo cielo.

Observo tu mano

que me atrapa cuando me doy por vencido,

te adelantas al futuro y corremos bajo

la lluvia mientras todo se queda en silencio,

somos dos llamas intentando no

apagarnos mutuamente.

Me miras y me tocas,

de esa manera como solo tú sabes hacerlo,

estando en mí y para mí,

mientras susurro tu nombre

suavemente en tu oído y te entrego

lo que hay dentro de mí en un

grito de socorro.

y es que podría decirte,

que me di cuenta que estaba

enamorado aquella vez

cuando

en

esas

escalas

me

dijiste:

"no te puedes ir de aquí sin besarme".

Y te creo mío,

y me creo tuyo.

Entre Café y lagrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora