Desastres, Rescates y Revelaciones

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Nuevo día, desastres nuevos. Este debería ser mi lema, realmente. Ahí estaba yo, Minho, intentando perfeccionar un hechizo de teletransportación. ¿Por qué? Porque, obviamente, caminar está muy sobrevalorado. Y bueno, ¿quién necesita portales cuando puedes simplemente pronunciar mal un hechizo y acabar...? Bueno, ya veremos dónde.

- Woom, ¿estás lista? – pregunté, mirando a mi escoba que, por supuesto, decidió ignorarme por completo. Supongo que aún está molesta porque la semana pasada la usé para barrer la casa... y bueno, termino muy sucia. Pero eso es agua bajo el puente, ¿verdad? Al parecer, no para Woom.

Resignado a mi suerte y sin la ayuda de mi escoba con mente propia, comencé a recitar el hechizo. – Translocum moveo ad... – y aquí es donde las cosas se complicaron. En vez de acabar en la biblioteca de mi hermano, como era mi intención, me encontré cayendo del cielo. Sí, DEL CIELO. Directo hacia un lago que, estoy bastante seguro, no estaba ahí la última vez que verifiqué.

Justo antes de convertirme en sopa de brujo, sentí cómo algo, o mejor dicho alguien, me atrapaba en el aire. No necesitaba abrir los ojos para saber quién era. –¿Siempre tengo que venir a salvarte, eh? – La voz de Jisung, mi héroe personal y ahora novio, sonó entre divertida y exasperada.

Una vez en tierra firme, y con mi dignidad ligeramente intacta, me giré para enfrentar a Jisung. – Bueno, sabes que me gusta hacerte sentir como mi héroe, – le dije, tratando de sonar encantador. Jisung solo rodó los ojos, pero la sonrisa en su rostro decía todo lo que necesitaba saber.

Después del rescate, y tras asegurarnos de que Woom no me había seguido (probablemente todavía enojada y planeando mi próxima desgracia), nos dirigimos a casa de mis padres. Habíamos decidido que era el momento de compartir nuestra noticia.

 Habíamos decidido que era el momento de compartir nuestra noticia

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La cena estaba en pleno apogeo cuando finalmente reuní el valor.

- Mamá, papá, tengo algo que contarles. – Todos los ojos se posaron en mí, y por un momento, desee tener a Woom aquí. Al menos, habría alguien más en la habitación recibiendo miradas de confusión.

- Jisung y yo estamos juntos. Él es mi novio. – Las palabras salieron en un susurro, pero el silencio que siguió hizo que sonaran como un grito.

Mi madre fue la primera en reaccionar, una gran sonrisa iluminando su rostro. – Finalmente, – dijo, como si fuera el secreto peor guardado del mundo. Mi padre simplemente asintió, una expresión de entendimiento y aceptación en su rostro.

- Supongo que siempre terminas metido en problemas para que Jisung pueda rescatarte, ¿eh? – bromeó mi hermano, aliviando la tensión.

La cena continuó, ahora con un aire de celebración. Historias vergonzosas de mi infancia y los rescates heroicos de Jisung se compartieron, y por un momento, todo parecía perfecto.

Mientras observaba a Jisung, rodeado por mi familia, no pude evitar pensar que todos los desastres, todos los rescates, me habían llevado a este momento. A pesar de los hechizos mal recitados y las peleas con una escoba con actitud, no cambiaría nada.

Porque al final del día, los desastres me trajeron a mi héroe. Y bueno, si eso significa tener que lidiar con una escoba temperamental y caer del cielo de vez en cuando, que así sea. Con Jisung a mi lado, estoy listo para cualquier desastre que venga nuestro camino.

FIN

𝐓𝐡𝐞 𝐥𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐰𝐢𝐳𝐚𝐫𝐝 𝐚𝐧𝐝 𝐡𝐢𝐬 𝐰𝐨𝐥𝐟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora