Un pequeño brujo queda fascinado ante la belleza un lobo, el pequeño lo reclama como suyo, el pobre lobo no le queda de otra más que cuidar al pequeño brujo
※ HanKnow/MinSung
※Intento de ff soft
※Capítulos cortos
※Historia completamente de mi autoría
En el vasto y variado tapiz de la academia de lenguas mágicas, donde el conocimiento fluía tan libremente como la magia misma, Felix y Changbin se encontraron, dos almas destinadas a entrelazarse de maneras que ninguno de los dos había anticipado.
Felix, con su aire despreocupado y una colección de pecas que parecían trazadas por la misma naturaleza, era un espectáculo para la vista. Su risa era contagiosa, su curiosidad insaciable, y su habilidad para la magia innegable. A Changbin, desde el momento en que sus ojos se posaron en Felix, le pareció que estaba viendo a un hada, un ser de una belleza tan etérea y delicada que parecía pertenecer más al reino de lo feérico que al de los mortales.
Changbin, por su parte, era la encarnación de la elegancia élfica, su porte digno y su mirada aguda. Pero más allá de su apariencia, era su corazón gentil y su fuerza tranquila lo que realmente definía su ser. A Felix, Changbin le parecía una contradicción viviente: musculoso y formidable, pero con una gentileza y una paciencia que desmentían su aspecto imponente.
La confusión de Changbin sobre sus sentimientos hacia Felix, inicialmente atribuidos a la creencia errónea de que Felix era un hada, lo llevó por un camino de introspección y descubrimiento. En la sociedad élfica, la unión entre un elfo y un hada era vista con escepticismo, una norma que Changbin había aceptado sin cuestionar hasta que conoció a Felix. Sin embargo, al descubrir que Felix era en realidad un brujo, Changbin se sintió liberado de las cadenas de las expectativas sociales, permitiéndole explorar la profundidad de sus emociones sin miedo ni dudas.
Felix, por otro lado, se había rendido a su atracción por Changbin desde el principio. La primera sonrisa que Changbin le dedicó había sido suficiente para capturar su corazón por completo. A Felix siempre le habían atraído los hombres musculosos pero gentiles, y Changbin era la personificación de todo lo que había deseado. Sin embargo, lo que realmente selló su afecto por Changbin no fue su físico, sino la profundidad de su alma, la manera en que Changbin lo miraba como si Felix fuera el único ser en el mundo.
Un día, mientras caminaban por los jardines de la academia, sumidos en una conversación sobre los dialectos perdidos de las antiguas civilizaciones mágicas, Felix se detuvo de repente, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.
- Changbin, – dijo, su voz apenas un susurro entre el murmullo de las hojas, – quiero que sepas algo. Desde el día que nos conocimos, has sido una luz en mi vida. Pensé que eras un hada, sí, pero no por tu apariencia, sino por la forma en que iluminas todo a tu alrededor.
Changbin, tomado por sorpresa, se volvió hacia Felix, su mirada suavizándose al encontrarse con los ojos sinceros del brujo. – Felix, lo que siento por ti trasciende cualquier prejuicio o expectativa. Eres increíble, tal como eres, y me siento honrado de estar a tu lado.
En ese momento, en medio de la tranquilidad de los jardines, rodeados por la magia que impregnaba el aire, Changbin y Felix se prometieron el uno al otro un futuro juntos, un futuro donde la única expectativa era la de amarse y apoyarse mutuamente en cada paso del camino.
Con el tiempo, su relación se convirtió en un testimonio del poder del amor para superar las barreras, sean estas sociales o personales. Felix y Changbin demostraron que el amor verdadero no conoce de razas ni de clases, que dos almas destinadas a estar juntas encontrarán siempre el camino el uno hacia el otro, sin importar las equivocaciones o los obstáculos que puedan surgir.
Y así, entre encantamientos y sonrisas compartidas, Felix y Changbin forjaron un vínculo indestructible, una unión forjada en la aceptación, el respeto y un amor profundo que brillaba con más fuerza que cualquier hechizo.
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Y con este ultimo especial damos por terminada esta historia,
