cuarenta y dos

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Tres días pasaron muy rápido después de todo y yo ahora estaba acomodando mis cosas en casa de Rodri.

Al terminar mi carrera era obvio que me quitarían la residencia y el apoyo económico así que me había quedado sin donde vivir hasta que a mi novio se le ocurrió llevarme con él, claramente yo no tuve problemas así que me ayudó con la mudanza. 

—¿Segura que podes sola?.— cuestionó Rodri por llamada —Mejor espérame y te ayudo a acomodar todo.—

Necesito hacer algo para distraerme mientras tú estás con tus amigos.— reí un poco 

Hoy Rodri se juntaría con Spreen y otros amigos a hacer lo de su improvisación, mientras tanto yo estaba cuidando a Barry. Ya había renunciado al hospital así que no sabía que más hacer ahora

Dale Rodri, es tu turno.— escuché en el fondo a Iván —Decile a ____ que te dejé laburar.—

Estaré bien, ve a grabar.— reí un poco —Aprovecharé para buscar algún pasatiempo.—

Volveré pronto.— avisó e hice un sonido de afirmación para que supiera que estaba de acuerdo —Si te aburrís llámame, responderé cuando sea.— 

Rodri llevaba estos días bastante pendiente de mí, él sabía que todo en mi vida se había vuelto tan complicado así que intentaba hacer lo posible para mantenerme feliz y eso se lo agradecía muchísimo 

Bueno, diviértete.— pedí con una pequeña sonrisa —Te amo.—

También yo.— respondió provocando risas y burlas por parte de los demás 

Terminé la llamada y simplemente seguí con lo que estaba haciendo. Afortunadamente no tenía muchas cosas así que en menos de 2 horas ya había acomodado todo y pude recostarme en la cama a ver videos mientras Barry se acostaba sobre mi estomago 

—Eres un gato muy aprovechado.— murmuré sintiendo como ronroneaba —Pero me gusta tenerte acá, me das calorcito.— 

Barry no me contestaría, pero al menos así sentía que estaba hablando con alguien y por un momento dejaría de sentirme sola. 

De repente el timbre sonó así que dejé a Barry a un lado para levantarme de la cama y caminar directamente a la puerta. Cuando abrí lo primero que pude ver fue ramo gigante de rosas rojas, ni siquiera podía ver a quien las trajo 

—Entrega para la señorita _____.— avisó quien ahora supe que era un repartidor 

Estaba segura de que eran un detalle por parte de Rodri así que una emoción de felicidad albergó mi cuerpo, amaba sentirme amada

—Soy yo.— avisé con una sonrisa y lo dejé entrar a la casa, dejó las flores sobre una mesa y me dio una hoja para que firmara así que lo hice, después de eso simplemente se marchó 

Cuando estuve de nuevo sola miré a detalle aquel ramo, sin duda eran más de 200 flores. Saqué mi celular para enviarle un mensaje a Rodri pero antes de que lo hiciera escuché de nuevo el timbre así que dejé mi celular junto a las flores y fui a abrir 

—Hola.— sonrió Matteo y yo estuve a punto de cerrar la puerta, pero me detuvo —¿No me invitas a pasar?.— 

—No.— sonreí lo más falsa que pude —¿Qué haces aquí? ni siquiera te dimos nuestra dirección.—

—Todo se puede averiguar con un poco de dinero.— le quitó importancia y me dio un leve empujón para entrar a la casa —Dejaste pasar mis rosas pero a mí no me querés dejar, eso es re grosero.— 

Cerré la puerta y lo seguí hasta que lo vi sentado en el sofá.  Si hubiera sabido que las flores eran de él obviamente no las hubiera aceptado, pensaba que eran de mi novio

—No entiendo porqué vienes a casa de mi novio pero sinceramente no me importa, vete o llamaré a la policía.— amenacé —No tengo nada que ver contigo ni con tu familia, y menos después de tan poco respeto que tuvieron por el tata.— 

Su mirada era retadora y aún mantenía esa aura seductora que por alguna razón lo caracterizaba, odiaba lo bien que se veía incluso en este momento, incluso daba esa típica sensación de los "chicos malos" de las películas adolescentes 

—Vine a visitarte por dos sencillos motivos.— exclamó y me hizo una señal como si quisiera que me sentara a su lado 

—No me importa.— murmuré de nuevo

—Debería importarte.— discutió y en su rostro apareció una pequeña sonrisa arrogante —Así que te diré mis motivos, vos decidis si queres que me quede después de eso.— 

Quería sacarlo de aquí pero no encontraba la manera de hacerlo, al parecer amenazarlo no serviría y no quería molestar a Rodri con algo como esto, simplemente suspiré y me crucé de brazos 

—Tienes 5 minutos.— accedí y su sonrisa se hizo más grande 

—Es tiempo suficiente.— exclamó acomodándose mejor —Mi primer motivo es que necesito que vos y yo hagamos equipo.—

¿Equipo? Ni siquiera sabía de qué se trataba pero de inmediato negué con la cabeza, ya había dejado claro que no quería tener nada que ver con él

—No niegues tan rápido boluda.— pidió —Mi abuelo alcanzó a cambiar su testamento y hay algo que te corresponde, supongo que al final el viejo si te tomó cariño...— 

Al escuchar eso simplemente quedé en shock, eso no podía ser cierto, el tata no pudo haber sido tan considerado conmigo, ni siquiera éramos familia de verdad

—Mi familia al enterarse de eso están buscando la manera de quitarte la herencia así que no te han notificado.— siguió contando —Debería apoyar a mi familia, pero me interesa más estar de tu lado, siento que podemos ser un gran equipo.— 

Mi celular vibró así que lo saqué para mirarlo, era un mensaje de Rodri

"Mirá, ya tenemos la
primera versión de Minina,
es una canción inspirada en 
vos así que te la mando para
que la escuches antes de
que la subamos y me digas si
te parece buena <3"

Seguido de eso me envió un audio que en este momento no podría escuchar por toda la información que traía en mi cabeza 

—Desde que te vi supe que tendríamos una conexión linda, ¿vos no lo sentís?.— se burló un poco al ver que yo seguía un tanto impactada por todo 

—¿Qué es lo que supuestamente me dejó el tata?.— pregunté ignorando lo que acababa de decir 

—Mi abuelo tenía varios negocios, pero había uno donde más se destacaba.— informó —Ese es la empresa que te dejó.— 

¿Una empresa? Ni siquiera sabía manejar mi vida, el tata estaba loco si pensaba que podía manejar algo así 

—Es la empresa de modelaje más grande de Latinoamérica.— dijo —Y acá entra mi segundo motivo, por si no lo notás aún, yo soy modelo de la empresa así que si trabajo boluda. Quiero que vos labures de modelo conmigo, sé que dudas en que pasará con la administración de la empresa, pero esa se la podemos dejar a los socios, vos serás la dueña pero no te preocuparás por nada o si queres también podes vendérsela a los demás accionistas, si haces eso serás millonaria.— 

Ahora estaba aún mas confundida con mi vida pero al parecer el destino seguía poniendome en mi camino señales sobre el modelaje... posiblemente aceptaría ser modelo pero rechazaría quedarme con la empresa, no entendía porqué el tata me había dejado esa herencia pero yo no era la persona indicada

𝐓𝐈𝐏𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐒𝐔𝐄𝐑𝐓𝐄 [Carreraaa X Tú] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora