sesenta y cuatro

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Después de visitar al tata fuimos a comer algo, no podía evitar darle muchas vueltas al asunto de mi carrera, sin duda era momento de pausar eso hasta encontrar una mejor oferta 

—Sigo sin entender porque tuvo que llamarte él.— bufó mientras íbamos en ascensor de regreso a mi departamento, yo reí —Lo estoy intentando analizar pero no me queda claro.—

Rodri llevaba todo este rato quejándose de que Matteo había sido quien me había llamado, al principio yo tampoco lo entendía pero supuse que de alguna manera había visto los mensajes que le mandé a Rebecca y por eso quiso llamarme 

—Tú me dijiste que contestara.— recordé 

—Quería saber que tenía que decirte.— se defendió cuando habíamos bajado del ascensor —Creo que debía llamarte Rebecca.—

—Sea como sea su llamada me sirvió para finalmente tomar una decisión.— dije mientras abría la puerta para que entráramos —Me voy a retirar del modelaje.— 

Me miró sorprendido 

—Dijimos que buscaríamos una solución.— recordó 

—Ellos son los líderes del sector del modelaje en Argentina y sé que prefiero dar un paso atrás.— conté —No me siento segura, prefiero dejar mi carrera hasta aquí.— 

—Pero sos la mejor en lo que haces.— dijo —Estás en el mejor punto de tu carrera, sos la top en muchos países. No podes dejar que Matteo te meta miedo.— 

Lo miré mal, sentía que debía apoyarme como siempre lo había hecho pero desde que le comenté mis dudas sobre seguir con el modelaje no hizo más que intentarme convencer de seguir trabajando en eso aunque no estuviera tan cómoda.

Por alguna extraña razón sentí bastante enojo, como si de alguna manera necesitara liberar el estrés que venía sintiendo por ver mi carrera pendiendo de un hilo. Había vivido tanto para llegar a donde estaba que ahora simplemente me sentía de alguna forma vacía y era peor al notar que mi novio quería aferrarse a que yo siguiera siendo modelo

—Cállate un poco.— pedí cansada y ahora él me miró mal —Sé que todo el tema de Matteo es delicado pero confío en lo que me dijo, sus padres no pueden tener buenas intenciones.— 

—¿Recordás porque lo sacaste de tu vida?.—cuestionó en mal tono 

Sabía que quería poner aquel recuerdo en mi cabeza para que me diera cuenta que las intenciones de Matteo podrían ser malas pero yo lo conocía, pasé un año conviviendo diario con él y aunque claramente nunca terminé de conocerlo bien al menos sabía que no podría hacer algo que perjudicara mi carrera

—Matteo es un idiota.— exclamé algo que probablemente mi novio quisiera escuchar —Pero sé que a pesar de todo siempre intentará cuidarme a su manera, cuando dejé Argentina estuvo ahí para mí y durante todo el año jamás me dejó caer. Sé que quizás para ti puedo sonar como una pendeja pero quiero confiar en él y en mi intuición, sus padres no son buenos.—

Pude escuchar que soltó un gran suspiro lleno de frustración mientras que yo mantuve mi mirada fija sobre él, quería que notara que no me retractaría de mi decisión 

—¿Estás segura que serás feliz si dejas esto?.— cuestionó intentando sonar más calmado —No lo notas pero solo estoy preocupado por vos, la última vez que te vi antes de que te fueras pude confirmar que amabas ser modelo, no sé si cambiaste de opinión durante este año y pensas que podrás dejar algo que amas tan fácil pero no quiero que un día simplemente te arrepientas por tomar una decisión precipitada, solo pensalo un poco más.— 

Al escuchar eso supe que debía calmarme yo también, debía entender que no era su culpa todo lo que estaba pasando, después de todo él no vio lo mucho que me maté trabajando para intentar olvidarlo, él se había quedado con la idea de mí disfrutando de todas mis sesiones

—Perdón por pedirte que te callaras.— murmuré —Sé que tienes dudas y que solo quieres verme feliz pero siento que es momento de descansar.— 

—Ya te dije que vos no podes estar quieta ni un solo día.— recordó —Por alguna razón siempre te gustó trabajar, sos un toque rara por eso.— eso último lo dijo como burla así que reí un poco 

Iba a responder pero mi mirada se dirigió a Barry que pasó corriendo como si persiguiera algo... un recuerdo pasó por mi cabeza 

Ahora que tengo tanto dinero empezaré a invertir en refugios de animales que no tienen la misma suerte que tú.— prometí a aquel gatito antes de todo mi problema con Rodri —Creo que es una buena manera de invertir mi dinero ¿no crees?.— 

Jamás había cumplido con eso y sin duda era algo que podría hacer desde ahora, podría ser como mi nuevo trabajo

—¿Qué pasa?.— cuestionó sacándome de mis pensamientos —Te dije rara y vos no reaccionaste de ninguna manera, ¿te sentís bien?.— 

—Todo bien.— aseguré —Es solo que... creo que ya encontré lo que quiero hacer a partir de ahora.— 

Sabía que poner refugios de animales no sería un trabajo ya que mi plan no era obtener ganancias de eso, quizás solo quería llamarlo trabajo porque era mi nueva manera de perder tiempo en algo que sin duda valdría la pena 

—¿Queres una nueva profesión?.— cuestionó sin creerlo —¿Pensas que sos Barbie?.— 

Reí un poco por su último comentario, jamás hubiera imaginado que mi vida tomaría rumbos tan extraños pero de eso se trataba; debía vivir siendo feliz y sin importar cuanto me costara intentaría incluso 1,000 opciones para encontrar la profesión que realmente me hiciera sentir completa 

—Sé que puedo hacer todo lo que quiera, así como cualquier persona que se lo proponga.— sonreí decidida —¿Contaré con tu apoyo?.— 

—Siempre.— aseguró con una sonrisa igual de determinante 

Sabía que él aún tendría de prioridad sus streams pero cuando le contara mi idea se emocionaría, después de todo Rodri amaba a los animales y no se negaría a ayudarlos

𝐓𝐈𝐏𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐒𝐔𝐄𝐑𝐓𝐄 [Carreraaa X Tú] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora