cincuenta y cinco

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El evento estaba por comenzar y yo me mantenía en mi camerino llorando por lo que había pasado. Después de todos esos gritos Rodrigo prácticamente había sacado a Matteo dejándome totalmente sola.

Miré mi reflejo en aquel espejo, tenía un evento importante por hacer así que esperaba que mi maquillaje resistiera esta crisis... aunque no sabía si mi corazón podría resistirla

Ahora simplemente no podía parar de preguntarme; ¿Mi vida estaba destinada a situaciones horribles? Primero el acoso e intento de abuso por parte del doctor, después la supuesta infidelidad por parte de Rodrigo que me había convertido en la burla nacional y finalmente el ataque de ira de Matteo. Yo sabía que no era nada de lo que él me había dicho pero aun así me dolían sus palabras y sobre todo me dolía mi muñeca por la fuerza de su agarre

—Regresé.— escuché la voz de Rodri, me giré solo para mirarlo —El evento ya comenzó e Ibai te está buscando para decirte el orden en el que será la presentación, creo que todos los invitados llegaron así que quieren empezar con la alfombra para no atrasar tanto esto.— 

Sabía que mi aspecto no era el mejor en este momento, incluso su mirada de preocupación me confirmaba que no debía salir en este momento... sus palabras decían una cosa pero su mirada no paraba de demostrarme que no quería que me expusiera estando así

—No quiero salir.— murmuré entre lagrimas

—¿Es por Matteo?.— cuestionó pero negué rápidamente, no solo se trataba de eso

 —Estoy cansada, he estado este último año llenándome de trabajo para sanar pero después de esto me di cuenta que nunca sané, solo me negué a aceptar la realidad.— solté —No sé que pasa conmigo pero simplemente es como si no pudiera ser feliz, ya ni siquiera quiero seguir con este evento, estoy harta de todo.—

Rodri solo se acercó para acariciar mi mejilla para darme confort, limpió mis lagrimas con su pulgar pero estas no paraban de brotar

—Verte así me hace sentir tan culpable.— murmuró y después simplemente pensó un poco lo que diría —Sé que te sentís mal pero no podes dejar que el pelotudo te quite este momento, hace rato te vi y pensé que nadie podía apagar el brillo que tenías pero él lo hizo en menos de 10 minutos y....— 

—Ser presentadora jamás fue uno de mis sueños, lo hice solo porque vi que pelearías.— confesé interrumpiéndolo y alejándome de él, aun así noté una pequeña sonrisa en su rostro, como si le hubiera gustado escuchar eso

—La gente cuenta con vos.— exclamó —Quizás pedirte esto es re egoísta pero pensa en Ibai y toda la gente que ha puesto el empeño para este evento, no podes dejarlo tirado cuando está empezando.— 

En eso tenía razón, además tenía un contrato firmado que tenía que cumplir

—Quiero permitirme ser débil al menos una vez.— confesé limpiando mis lagrimas —Estoy cansada de fingir ser fuerte cada vez que una desgracia me pasa, ¡no puedo simplemente salir y fingir que todo está bien cuando ni siquiera sé si hay algo malo en mí!.— 

Él simplemente rompió la distancia para abrazarme fuertemente y contenerme, yo me hundí en aquel abrazo, nuevamente aquella sensación de calidez albergó mi pecho... de nuevo se sentía como si regresara a casa, se sentía que por un momento pequeño estaba en paz

—No hay nada malo con vos así que ni siquiera lo insinúes.— pidió sin soltarme —No tendrás que fingir jamás que eres fuerte, podes ser delicada y expresar tus sentimientos, te prometo que no volveré a dejarte sola.— 

Me alejé un poco de aquel abrazo solo para mirarlo a los ojos, quizás era por estar frágil en este momento pero pude notar que ahí estaba esa mirada que parecía rogarme por volver a empezar aquella historia que terminó por algo que ahora ninguno tenía claro, esa mirada de alguna manera me prometía que esta vez no habría un final 

Había pasado por mucho durante este tiempo pero por ahora prefería tomar motivación de lo que Rodrigo acababa de decir, debía intentar estar bien si él me estaba prometiendo que no me dejaría sola de nuevo... debía aferrarme a una posibilidad de volver a ser feliz con él

—Saldré.— dije rompiendo aquel abrazo —Pondré mi mejor sonrisa ante todos y presentaré de la mejor manera.— prometí, me miró asombrado

—¿Cuánto tiempo podrás mantener una sonrisa?.— cuestionó 

—Hasta que te vea ganar el combate.— aseguré —Recuerda que tienes que hacerlo, lo prometiste.—

Después de eso simplemente me acerqué de nuevo a mi espejo solo para retocarme un poco el maquillaje, Rodri solo me veía con una pequeña sonrisa, como si estuviera orgulloso de mí pero a la vez emocionado por todo lo que acababa de decir. Cuando estuve lista simplemente tomé aire y tomé su mano, él me miró confundido 

—Vayamos juntos a donde esté Ibai.— pedí —No quiero estar sola y ni siquiera sé donde está, tú dijiste que me estaba buscando así que pensé que podrías llevarme con él.—

—Si fuera por mí te llevaría a cualquier lado.— exclamó en un tono algo coqueto —Pero por ahora me conformo con ayudarte con tu trabajo.— 

Ambos sonreímos y salimos de aquel camerino sin soltarnos. A nuestro al rededor ya habían muchas más personas que al vernos pasar juntos simplemente nos miraban, era claro que volvernos a ver tomados de la mano sería un gran chisme, después de todo nuestra separación fue noticia internacional y nuestro posible reencuentro había mantenido a muchas personas pendientes

Decidí no enfocarme en las miradas y simplemente concentrarme en que estaba de nuevo con él, quizás no como esperaba pero con solo tomar su mano me sentía mejor. 

Recorrimos varios metros hasta llegar a donde le estaban poniendo algunos micrófonos a Ibai, él suspiró aliviado al verme así que sonreí apenada 

—Llevo tiempo buscándote, incluso pensé que tendría que salir a presentar yo.— exclamó burlándose

—Perdón, tuve un contratiempo.— dije —Aunque si me buscaron creo que les faltó revisar mi camerino, todo este tiempo estuve ahí encerrada.— 

—Mandé a personas ahí pero todos decían que no estabas.— contó 

Lo miré claramente confundida, nadie me había ido a buscar, solo Rodri. Pude sentir como apretaba mi mano así que ahora lo miré, me hizo una señal para que no preguntara más así que ahogué mi risa al comprender que él había estado diciendo que no estaba en mi camerino para que nadie entrara y viera mi crisis, había cuidado mi imagen y me había dado tiempo para procesar todo, esperó hasta el último momento para entrar a avisarme que era el momento de empezar

—Yo me iré a buscar a los demás, nos vemos en la alfombra.— se despidió Rodri rápidamente mientras me soltaba y se despedía de Ibai con una seña 

Se alejó de nosotros. Ibai empezó a explicarme todo mientras su equipo me ponía los micrófonos, sabía que debía prestarle atención pero en este momento solo podía pensar que quizás no sería una mala idea alargar más mi viaje

𝐓𝐈𝐏𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐒𝐔𝐄𝐑𝐓𝐄 [Carreraaa X Tú] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora