2 Ethan

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Mientras desayuno pienso que otra vez empieza un curso nuevo. ¿Cómo será? no lo sé (A, soy Ethan). Cuando termine mi taza de café subiré a mi habitación a por mis libros, para empezar de nuevo.
  Tengo muchas ganas de ver a nuevos compañeros, veré de nuevo a Damián y seguiremos teniendo los mismos problemas, porque aunque somos amigos, no compartimos las mismas ideas.
En el momento que aparco mi Mercedes rojo, me doy cuenta de que fuera de la universidad hay un círculo de personas rodeando algo o a alguien que no alcanzo a ver. Mientras me voy acercando, veo como Damián empuja a James (mi mejor amigo).
   –Eh! Eh! Eh! ¿Qué coño haces? – Le digo a Damián.
   –No te metas.... – Me advirtió.
   –Déjale en paz Da.... – Le intenté ordenar, pero me interrumpió cuando su gancho de derecha me dio en toda la cara.
   –¿Qué haces imbécil? – le espeté, cuando justo le di un empujón que le sentó en el suelo.
Cuando este se iba levantando todo el mundo se iba apartando de nosotros para dejar paso a...
   –¿¡¿Qué estáis haciendo?!? ¿Os habéis vuelto locos?
Nos regañó el director Smith.
   –¡Los dos a mi despacho! –nos ordenó.
   –Pero .... –intenté explicar.
   –Ni peros ni nada, ¡A mi despacho YA! –nos chilló.

Mientras nos dirigimos al despacho, Damián me echaba miraditas de mal gusto, como si yo tuviera la culpa....
   –Entrar –nos dijo el director, muy serio.
Justo cuando nos sentamos, alguien llama a la puerta y el director le dice lo más amable posible que entre, sea quien sea.
Cuando se abre la puerta, entró una chica, bastante atractiva, más joven que yo (la verdad no se porque me la quedo mirando tanto tiempo), tiene el pelo castaño oscuro, como el mio, unos ojos azul cielo y una gafas redondas de color negro que me llaman bastante la atención.
   –Buenos días señorita Brown –dijo el director Smith devolviéndome a la realidad                      –Perdone por una compañía no muy deseada –se disculpó.
¿Compañía no deseada? debería avergonzarse, esta chica ha tenido la suerte de que mi atención se centrara en ella.
   –No se preocupe, yo solo venía a preguntar cuál es mi clase –le informó.
   –Sí, claro, de eso estábamos hablando nosotros –le mintió, que majo –Ethan te acompañará a clase, creo que te toca en la A14 –Le dijo, espera...yo...
   –Pero ¿Porqué yo? –le pregunté confuso, vale a ver, que será nueva y no sabrá ir, pero ¿por qué yo?
   –Porque Damián se queda conmigo –me respondió.
Un poco disgustado muevo mi cabeza en modo de afirmación, para después levantarme y salir de ahí. La chica estaba parada en la puerta, seguía cada uno de mis movimientos, no se porque será pero me dio la impresión de que ella se tensaba ante mi presencia, me la quedé mirando un poco más de la cuenta (algo de ella me llamaba la atención), para luego pasar por su lado e ir andando hacia su clase.
A mis espaldas escucho como la chica se despide del director y cierra la puerta, dejando al director y Damián solos tras ella.

                                                                                       Leah

Cuando salimos del despacho afirmo que mide 1.80 o algo más. Después yo le sigo cada uno de sus movimientos hasta salir por la puerta y cuando pasó por mi lado me tensé, no sé porque, no le conozco.
Caminamos por el pasillo en un completo silencio, hasta que por fin decidí romperlo –¿Cómo te llamas? –le decidí preguntar, aunque era obvio que ya lo sabía de tanto escuchar al director Smith.
   –Ethan –me contesta en un tono ronco, que me hace tensarme más.
Cuando llegamos a la puerta de la que supongo que sería mi clase, él espera un momento para después irse sin haberse despedido. Me quedo un poco mirando como se va alejando, y una vez desaparece entre los pasillos, reúno fuerzas para entrar en lo que es mi nueva clase.
La profesora o profesor todavía no ha llegado, así que hago lo más apropiado, sentarme en el único sitio vacío.
Al lado de una chica muy parecida a Naya (la chica de la entrada), solo que esta era más alta y con ojos de un tono más oscuro.
Una vez me siento, la chica de ojos oscuros se me queda observando.
   –Hola –me saludó.
   –Hola –le contesté con el mismo tono de voz.
   –Soy Nara, hermana de Naya –me informó (ya decía que se parecían) –Ella me avisó que me tocaba contigo en clase.
   –Yo soy Leah, encantada –le dije con toda amabilidad.
   –Que bonito nombre –me dijo al igual que su hermana Naya.
Justo en ese momento entró la profesora interrumpiendo nuestra conversación.
   –Bienvenidos a la universidad principiantes, soy Mayca –se presentó a toda la clase –hoy nos vamos a presentar –Genial.... – Tú, preséntate –me señaló.
Me quedé unos minutos en blanco, ¿Por qué siempre tenía tanta mala suerte de salir la primera?
La ley de Murphy

El codazo de Nara me puso en mi sitio y empecé a presentarme.
   –Hola, me llamo Leah, eh, como hobbies me gusta leer y dibujar y.... –me quedé pensando un buen rato –Bueno, me gustaría ser periodista.
Una vez termino de presentarme, todos empezaron a aplaudir y me puse roja como un tomate.
Que ridícula
   –Me toca –dijo Nara con toda seguridad – Hola, soy Nara, me gusta leer al igual que Leah y soy la hermana gemela de Naya, no somos nada parecidas. –nos informó.
Después de esta clase tocaba descanso en el patio para desayunar en la cafetería y Nara quería que me sentara con ella.
   –Vamos, que te presento a mi grupo de amigos, seguro que les caes muy bien –me aseguró Nara.
   –No estoy segura de... –me cortó tirándome del brazo, para dirigirnos a la cafetería.

Cuando te encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora