7 Leah

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Una vez llegamos al restaurante vemos a Nara en la entrada con una falda de cuero apretada y un jersey blanco en la parte de arriba.
   –Holaaa –la saludé con entusiasmo.
   –Ho- ¿Qué hacéis todos aquí? –preguntó confusa.
   –Hermanita, te he estado llamando para avisarte de esto antes, pero como no coges el teléfono, hemos venido –la informó Naya.
   –Bueno, vale, cuantos más mejor –dijo Nara al final –entonces mesa para... –hace una pausa para contarnos – para cinco personas –dijo finalmente.
   –Seis, seis personas –dice James, detrás nuestra –¿Quién es la nueva?
   –Leah, me llamo Leah –me presenté.
   –Encantado guapa, soy James –Como odio que me tiren piropos la gente que no conozco.
   –Déjala tranquila James y búscate a otra para ligar–dijo Ethan.
   –Perdona, no sabía que estaba cogida.
Mientras entramos al restaurante, nos dicen que nuestra mesa está al fondo. Era una mesa redonda con seis asientos, uno para cada uno.
Cuando cada uno escogió su sitio yo estaba en el baño, así que al volver solo había un asiento libre, al lado de Ethan y Nara.
   –Leah, te he guardado un sitio a mi lado –me dijo Nara nada más verme.
   –Gracias Nara.

Estuvimos comiendo marisco hasta las tres y media que pagamos la cuenta y salimos del restaurante.
   –Y...¿Ahora qué hacemos? –preguntó James.
Nara que se encontraba a mi lado empezó a saltar de alegría
   –Bueno chicos me alegra deciros que he conseguido entradas para una fiesta, empieza en 4 horas –nos dice alegremente, después todos nos empezamos a mirar.
Antes de que digamos algo Nara vuelve a hablar–No quiero un no por respuesta, nos encontramos en mi casa para ir juntos –nos dice para luego tomarnos del brazo a mí y a Naya y empezar a caminar lejos de los chicos y subirnos a un bus.
Estuvimos en el bus 30 minutos para luego bajarnos y caminar unos cuantos minutos más para encontrarnos con una casa muy bonita. La casa era de dos pisos, tenía un pequeño caminito al lado de un jardín muy bonito.
Cuando entramos era todo más bonito por dentro, las paredes tenían un tono beige con blanco, la casa era muy acogedora y amplia.
   –Acompáñame a hacerte un pequeño tour por nuestra casa –me dice Nara sacándome de mis pensamientos.
Primero me enseña su salón, muy bonito y amplio, tenía unos muebles blancos y había una televisión muy grande al lado una mesa blanca de vidrio normal pero muy bonita, luego pasamos por la cocina y empezamos a subir las escaleras para entrar a su cuarto.
Cuando entramos vemos como Naya empieza a sacar muchos vestidos de fiesta de su armario y ponerlos en su cama que estaba llena de maquillaje y zapatos.
   –Venga chicas, que nos queda poco tiempo, Leah escoge el vestido que más te guste –me dice Naya y nos empezamos a arreglar. Yo me quedo inmóvil al ver la cantidad de vestidos pero solo uno me llama la atención, era un vestido rojo, con mangas que tenía un escote en forma de v.
   –Ese te quedaría precioso –me dice Nara, lo que me saca un pequeña sonrisa, para luego adentrarme al baño que tienen en su cuarto y empezar a cambiarme.
   Cuando estoy lista me veo en el espejo del baño y me quedo mirando mi reflejo un rato, me gustaba, pero verme así era algo nuevo para mi.
Cuando salgo, Nara y Naya ya estaban listas.
Nara tenia un vestido blanco corto de tirantes que le quedaba muy bonito y Naya tenía un vestido negro corto de manga larga que resaltaba su piel blanca de una forma espectacular.
   –Estas botas te quedarán muy bien con ese vestido –me dice Naya.
Eran unas botas negras muy bonitas. Cuando termino de ponérmelas Nara me hace señas para que me acerque a ella
   –Ven que te plancho el pelo y te maquillo un poco –me dice mientras yo dudo un poco, para finalmente asentir y sentarme en las sillas que tenía al frente de su escritorio.
Después de 1hora y media de plancharme el pelo y maquillarme, ya estaba lista.
   –Listo, estás guapísima –me dice Naya, lo que me hace sonrojar y mirarme en el espejo, tenía el pelo liso, me veía un poco extraña porque nunca me lo había planchado, pero me gustaba como me quedaba el pelo lacio. Tenía la cara poco maquillada, porque le dije a Nara que no me gusta mucho el maquillaje.
Me hizo un maquillaje natural en los ojos, pero los labios los tenía pintados del mismo tono rojo que el vestido, lo que le daba un toque bonito al maquillaje.

Cuando te encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora