¿Y Si Realmente...? - KakaIru

Suaves Palabras- IX

—Iruka-sensei

El omega giro su rostro, encontrándose un un alto alfa, y como no conocerlo si había tenido una riña con él.

—Ka-kakashi-sensei— Respondí — ¿Usted qué hace aquí a éstas horas?

—Eso le iba a preguntar— Río suavemente, haciendo que las mejillas del Moreno se enrojecieran— ¿Puedo sentarme?

—¡Oh!, claro— Dijo para moverse rápidamente a un lado

Un silencio se adueñó de la escena, los dos tenían miedo de decir algo comprometedor. Respiraron profundamente y se animaron a hablar.

—Yo...—Dijieron los dos al mismo tiempo para luego reírse

—Tu primero— Dijo el peli-plata

—Yo solo quería decir, bueno, disculparme mejor dicho, por lo que pasó ese día— dijo, para  hundirse  más en su asiento por la vergüenza—Por favor, dime que no lo recuerdas

—¿Te refieres a cuando me gritaste enfrente de casi todos los ninjas de la Aldea y frente al tercer Hokage que los chicos no estaban listos para el equipo 7, mi equipo?, claro que lo recuerdo— El omega se moría de la vergüenza, ahora que él alfa se lo recordaba, se volvía a arrepentir de decir todo eso

—"Pero si lo dices así, quedo como un tonto"— pensó

—Aunque, si lo digo así, quedas como un tonto— palabras bastantes parecidas a lo que el pensó

El moreno río, llamando la atención del alfa, ¿Qué le causaba risa?

—Perdón, es que es cierto— Sonrio— Bueno, yo siento lo de ese día

—No te disculpes, solo te preocupaban esos mocosos— Dijo— Bueno, cambiando de tema...

—¿Qué sucede?

—Hoy Anko habló conmigo,— "¿Por qué lo haría?" Penso el omega— Me dijo lo que pasó— Se tensó, sentía como las lagrimas volverían a salir, y no quería verse vulnerable con él, con nadie

—Oh...—Dijo con la voz baja, el alfa noto que su voz se escuchaba entrecortada, como si fuera a llorar en cualquier momento, y frunció el ceño.

—No sé si ustedes hablaron, pero espero te sientas mejor— Le sonrio viéndolo, él estaba cabizbajo no dejando que el contrario vea su rostro, él se dió cuenta de eso, tal vez no debió decir eso— Yo...No era mi intención meterme, solo que ella me dijo que te sentías mal y...

—Gracias, Kakashi-senei, pero no debe preocuparse — volteo con una sonrisa— Yo estoy bien.

—Iruka...¿Estás seguro de eso?— Él lo miro con seriedad y hizo que el menor temblará un poco

—S-si, ¿Por qué no lo estaría?

—Si te sientes mal, puedes acudir a mi— dijo un poco apenado

Él solo se sonrojo y volteó su rostro hacia otro lado, la vergüenza lo mataba, pero a le vez, algo en él se alegraba por esas palabras.

—Gra-gracias, pero estoy bien

El alfa no estaba muy convencido, pero tampoco quería ser demasiado insistente, podría hacer que el se cerrará por la incomodidad.

—No hay de que, para eso son los amigos— el silencio volvió a aparecer— ¿Somos amigos, no?, perdón si me adelanté—río

—Si tu me consideras uno

— Claro, Iruka— Una leve sonrisa se formó bajo su mascara.

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La larga charla había terminado,  la luna brillaba más que nunca, sería una de la pocas veces que la verían ya que se acercaba en invierno y la nieve adornaria cada rincón de Konoha.

ya se habían levantado de ese banco, caminando lentamente uno junto al otro, conversando cálidamente, después de mucho, los dos se habían sentido de esa manera inexplicable. Tal vez, se debía a la compañía del otro...

La hora de separarse llegó, los dos se despidieron. Iruka, por su lado, se sentía bien, tal vez, feliz.

Kakashi, absorto en sus pensamientos, raramente le pasaba eso, miles de cosas venían a su mente, pero la base de ellos eran él, ese beta.

Él se sentía confundido, extrañado al sentir ese aroma dulce, pero no empalagoso. Se podría que decir, adictivo para el alfa, pero eso no tenía sentido, solo había estado con iruka y él era beta, entonces no podría emanar un aroma como ese.

"Puede ser el de una flor" pensó

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Iruka llegó contento y, a la vez, muy cansado. Con todo lo de Kakashi, se había olvidado de todo eso. Sintió la tristeza recorrer su cuerpo, adueñándose de su alegría y convirtiendo esos pensamientos respecto a lo que había pasado, en sobre pensamientos que le causaban una inmensa ansiedad.

Pero, aún con todo eso, no se le pudieron borrar las palabras del alfa de su mente, esas lindas y suaves palabras.

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Actualizando tarde, que raro de mi, ¿Verdad, banda?