Worlds Apart - Mackenyu Arata

Quince

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MACK

—¿Está bien Gabriela? —pregunta Natasha mientras dejo el móvil en la mesa.

—Sí, dice que han parado a comprar algo de cenar. Pensaba invitaros a todos pero...

Mi "suegra" se sienta a mi lado, con un paño lleno de cubitos recién traídos del congelador. Su tacto es suave pero seguro cuando presiona la tela contra mis nudillos enrojecidos.

—Me alegra que esté contigo, sinceramente pensaba que no iba a volver a salir con nadie.

No puedo evitar mirarla con una ceja levantada, sorprendido al oír sus palabras. No es que Gabriela salga con mucha gente, pero tampoco es una monja. Ha tenido novios, según me contó.

—¿Por qué lo dices?

Natasha suspira, clavando su mirada azul en un marco de fotos que reposa al lado de la televisión. El marco negro guarda tras su cristal la que parece ser la primera foto de Gabi en una premiere. Se la ve nerviosa y feliz, pero preciosa como siempre.

—¿Has visto mujercitas?

—La peli de Gabi, ¿dices? —Natasha asiente y yo sonrió al recordarla —. Durante el rodaje vimos las películas más icónicas de cada uno. Obviamente vimos mujercitas.

—Su compañero de reparto y ella se hicieron muy amigos.

—Timothée, sí. Vino a vernos un día. Muy agradable el chico.

—Puede que Gabi lo considere su mejor amigo —añade Nat, sacando un paquete de tabaco de uno de los cajones de la mesita de té—. No se lo digas a mi hija, cree que lo he dejado.

—Su secreto está a salvo, señora.

Natasha sonríe un poco, aunque su mirada sigue yendo de la foto al mechero que intenta encender. Algo me dice que todo esto es el principio de una historia que Gabi no me ha querido contar. Es comprensible, aunque seamos amigos y "novios", cada uno puede tener secretos.

Nunca le obligaría a contarme algo para lo que no estuviera preparada a compartir.

—¿Qué pasa con Timothée?

—Con él, nada, pero está relacionado con él. Durante el rodaje de la película, se hicieron muy amigos, ya sabes. Y eso se hizo viral.

—¿Tenía acosadoras? —pregunto, con el corazón en un puño, temiendo que alguien haya estado acosando a alguien con un alma tan pura como la suya.

—Oh, no, no. Nada de eso. Pero sí que había gente que se aprovechó de esa cercanía con Timothée.

—¿Aprovecharse?

—Sí, un chico con el que Gabi pensó que iba a salir, Andrew, o Ander, o yo qué sé cómo se llamaba, resultó ser uno de ellos.

—En esta industria, es lo más normal —respondo con un suspiro, levantándome del sofá para ir a la mesita donde Nat tenía una selección de botellas de distintos licores —. Desgraciadamente, siempre ha sido así. Me ha pasado.

—¿Un chico ha fingido estar enamorado meses de ti para acercarse a Timothée e intentar ligar con él?

Poco falta para que el vaso de cristal que tengo en las manos caiga al suelo. La moqueta habría amortiguado el golpe, no se habría roto. Pero el líquido del interior si habría manchado la acolchada tela gris marengo que cubre el suelo de la casa, y eso sí habría sido un desastre.