CAP 5 "¿acoso?

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Una vez dentro de la habitación, sonrió al ver al fondo aquel bulto que descansaba sobre el sofá

-Con que de verdad estabas aquí.- Dijo, para después cerrar la puerta tras él.
Camino despacio por el pequeño lugar, notando a su breve paso, la cantidad de  bolas de papel que se amontonaban fuera del cesto de basura.
Las revistas yacían bajo la mesa en completo desorden.

Se acercó hasta el chico, quién dormía sin preocupación alguna. La luz de la lámpara golpeaba directamente a su pálido rostro, haciéndolo lucir de una manera casi angelical. Con cuidado retiró los cabellos húmedos que se pegaban a su piel.

El moreno se inclinó hasta quedar a la altura del rubio, podía oler su fragancia. Con una de sus manos tocó la mejilla del chico, notando lo frío de esta.
Busco sus manos solo para darse cuenta que se encontraban en la misma situación.

Harry se preocupó.

-Malfoy.- Susurró en el oído ajeno.
El rubio soltó un quejido, y giró sobre el sillón ignorando la molesta vocecilla que penetraba en sus sueños.

-¿Estás despierto?- Preguntó el moreno. No hubo respuesta.

-Te vas a enfermar si te quedas así.- Habló bajo y suave, retomando la posición inicial.-Ni siquiera tienes una manta.- Reprochó.- ¿Desde cuándo eres tan descuidado?-

Harry se puso de pie dispuesto a salir, ya había comprobado que el rubio se encontraba bien así que no tenía nada más que hacer ahí. Dio un último vistazo al chico y apagó la luz.

Camino con rumbo a la salida, o eso hubiera pasado si sus piernas no se hubieran negado a obedecer. Harry fue incapaz de moverse, no quería dejar al rubio en ese estado tan vulnerable.

Suspiró ante la única idea que le vino a mente, posiblemente al llegar el día se arrepentiría.

Camino al único  lugar que sus piernas le permitieron.
Se quitó el abrigo y con cuidado de no mover demasiado al rubio, se acomodó a su lado; Con sus manos rodeó la delgada cintura del más pálido y con un suave movimiento lo arrastró hacia él. Apoyó su cabeza en su espalda, y cerró los ojos.

Era relajante estar así, sin peleas ni gritos. Le gustaba demasiado ese Draco silencioso.

Harry se perdió en sus pensamientos, olvidando que otro rubio esperaba por él.

Al llegar a la oficina un aura deprimente se podía notar sobre el escritorio del pobre asistente.

-¿Mala noche?- Pregunto la castaña, al ver al chico recostado sobre la mesa.

-Sí.- Contestó sin ánimo y sin levantar la vista.

-Parece que Harry te está dando problemas ¿Eh?-

-Sí bueno, el Señor Pot…-Se detuvo una vez que su cerebro logró reconocer la voz de la chica.- ¡Señorita Granger, buenos días!- Se apresuró a ponerse de pie y mostrar su respeto a la castaña.

-Tranquilo.- sonrió.- ¿Ya llegó Harry?-

-No, el señor Potter aún no llega.- Dijo nervioso.

-Entiendo.- Miró su reloj, era tarde.

-Disculpe señorita, ¿cree qué pueda hablar con usted un momento?-

-Claro, ven a mi oficina.-

El chico relató con calma y detalle lo que había estado sucediendo desde hace días.
Desde el repentino interés del moreno por visitar cierto local e iniciar una inspección sin alguna orden, hasta cancelar el permiso previo con el que ya se contaba; también relató las visitas fugaces del moreno hacia esa tienda, donde muchas veces ni siquiera entraba, contó también que según el moreno el dueño del local era su amigo, pero por lo poco que había visto el chico parecía molestarse con las visitas de su jefe.

Hermione escuchaba atentamente, no podía creer que Harry se estuviera comportando como en su época escolar; un extraño recuerdo pasó por su mente.

-Y también está lo de ayer...- Continúo, sintiéndome un poco ansioso. No era correcto hablar sobre la vida privada de las personas, pero consideraba que lo que su jefe estaba haciendo estaba mal en muchas formas y quería ayudarlo… Y sobre todo no quería ser cómplice de un delito.

-Entiendo, gracias por decirme.- Suspiró.- Hablaré con él, no te preocupes.-

-Gracias, señorita Granger.- Sonrió al sentirse aliviado, había hecho lo
correcto.- Me retiro.- Se puso de pie y camino a la salida.

-Lucien.- Detuvo al chico.- ¿Sabes quién es el dueño del local?- Preguntó con curiosidad.

-Sí, se llama Draco Malfoy.- Dijo para después salir de la oficina. Hermione no tardó en conectar los puntos, ahora entendía el comportamiento de Harry, su mejor amigo actuaba estúpidamente cuando Malfoy estaba cerca.

Lucien había sacado ya sus propias conclusiones:
Abuso de poder, bullying, acercamientos, allanamiento; era claro “Su jefe estaba acosando al dueño del local”.

Lucien había sacado ya sus propias conclusiones: Abuso de poder, bullying, acercamientos, allanamiento; era claro “Su jefe estaba acosando al dueño del local”

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