𝐗𝐕𝐈

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No puedo creer que estemos aquí buscando a esas chicas —se escucha una voz masculina flotando a través del río hacia Ellie y Wren mientras caminan por el agua hacia la parte trasera del hospital. Observan el barco que pasa y escuchan la conversación.

Y Abby está desaparecida, todo esto es culpa suya de todos modos —responde una mujer—. Si no hubiera traído de vuelta a ese traidor, Jill no estaría muerta.

Ellie arquea las cejas y mira a Wren.

—Sí, al menos no estamos de guardia en los apartamentos como Jacob.

Wren echa un vistazo hacia atrás, encogiéndose de hombros antes de seguir adelante con Ellie. A esta última le duele la cadera después de su encuentro con el tipo grande en las tiendas, y una vez más se siente agradecida de tener a Wren a su lado.

Ambas se topan con un tronco caído y se agachan para pasar bajo el agua. Al emerger al otro lado, avistan la parte trasera del hospital, pero sin una entrada clara.

—Creo que hay un pasaje bajo el agua, pero no estoy segura de cuánto tiempo nos llevará llegar allí —dice Wren, con el cabello cubriéndole el rostro mientras mira a Ellie.

—Entonces, respira hondo —le dice Ellie a Wren con una sonrisa, jadeando antes de sumergirse nuevamente para continuar por el pasillo bajo el agua. Siente el movimiento del agua detrás de ella, indicando que Wren la sigue, mientras ambas se encaminan hacia un pasaje visible bajo el agua.

A medida que avanzan, Ellie siente que sus pulmones comienzan a arder por el dolor de permanecer sumergida tanto tiempo. Finalmente, divisa una luz que brilla a través de un agujero. Hace un gesto por encima del hombro hacia Wren, señalando el agujero. Esta última asiente con el rostro ligeramente tenso, y Ellie se apresura a nadar hacia la luz.

Cuando finalmente emerge, Ellie lucha por contener las ganas de jadear y respirar agitadamente. En cambio, inhala en silencio mientras observa su entorno. El área se asemeja a una bodega de carga, mayormente sumergida en agua, con una plataforma justo frente a ellas. Ellie distingue a una chica sentada de espaldas al agua, aparentemente ajena a su presencia, eso es todo lo que puede ver.

Ellie hace un gesto a Wren para que se quede atrás mientras ella se aproxima sigilosamente a la plataforma, procurando hacer el menor ruido posible. Con cuidado, apoya ambas palmas contra la superficie y emerge del agua con un leve gruñido. Al alcanzarla, toma su cuchillo, lo presiona contra su cuello y le quita los auriculares.

—Ni pienses en hacer ruido —susurra—. Arriba las manos

La chica obedece de inmediato, con un dispositivo en una de sus manos.

—Calma... Calma... —susurra la chica con miedo en su voz.

—¿Conoces a una tal Nora? —pregunta Ellie sin mostrar ningún remordimiento, con el ceño fruncido por la ira.

—Sí, claro —responde ella con facilidad.

—¿Dónde está? —pregunta Ellie, pronunciando cada palabra con determinación.

—En el hospital —dice la chica con tono pedante. Ellie aprieta el cuchillo contra su cuello con más fuerza, cortando la piel.

—¿En qué parte? —pregunta, llena de impaciencia.

—Están evacuando los pisos superiores. Debe estar ahí —responde la chica mientras mira hacia arriba y aparta ligeramente el cuchillo mientras reflexiona. En ese momento, la desconocida se da vuelta rápidamente y levanta su daga para apuñalar a Ellie. Antes de que pueda hacerlo, la pelirroja le clava el cuchillo en la garganta y lo retira un segundo después. La chica cae al suelo, desangrándose.

Serenidad | Ellie WilliamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora