Sale el Sol, y aunque ahogado,
Veo el resplandor.
Ya me fui,
Mas sigo en el fondo.
***
La pesadez en sus ojos era bastante, el dolor de espalda era intenso, el frio era insoportable, el entumecimiento en sus dedos, tanto los de las manos como los de los pies, era molesto, la oscuridad era bastante cegadora, el silencio era ensordecedor, el tacto de sus pies con el suelo era rugoso, pero sobre todo, el dolor en su quijada era desconcertante. Podía entender la razón de ser de aquel atípico dolor, pues al momento de quedarse dormido estaba muy tenso, estaba seguro que mantener su mandíbula tan apretada terminó por causar aquel malestar.
A pesar de ser domingo y con ello tener más tiempo de gracia antes de que su familia se despierte, decidió simplemente seguir con su rutina y tomar un baño de agua helada, temiendo la sensación que tendría en su cuerpo pues ese día, al igual que el anterior, parecía ser más frio de lo normal. Era casi como si el clima estuviera dándole una advertencia, proponiéndole quedarse en casa y no salir, mantenerse en su pequeño y frio cuarto, abrigado por su cobija y alejado del exterior donde el frio era muchísimo peor. Pero no podía hacer aquello, necesitaba salir y cumplir con aquel pendiente que tenía. Aunque antes de eso debía hacer algunas cosas. La primera de ellas era limpiar su cuerpo, esta vez de una manera mucho más profunda, pero el frio no le dejaba considerarlo como una buena idea. Lo mejor sería tomar un baño común y corriente y por la noche volverse a bañar, sería entonces que lo haría a profundidad. Vistió aquella playera nueva que su madre le compró y que era de un color tan extraño que no supo cómo llamarlo, solo podía describirlo como un punto intermedio entre el color café y el color gris. Su pantalón nuevo, aunque mayor en talla a lo que debería, no era tan amplio como para caerse de su cintura pese a no usar un cinturón, pero amenazaba con hacerlo. Pero tomando en cuenta el frio, fajaba aquella playera para que no sobresaliera por debajo de su sudadera, por lo que el pantalón quedaba un poco más ajustado, impidiéndole caer. De regreso a su habitación contempló una vez más su nuevo calzado, discerniendo si sería o no buena idea usarlo ese día, pero concluyendo que la respuesta era negativa pues ese día era el día de aseo en casa, no quería arruinar aquel calzado apenas el primer día de uso. Una excusa bastante conveniente.
Salir de casa fue rápido y sencillo, su familia dormía profundamente tanto por ser un día con mas horas para poder holgazanear, como por el frio que aletargaba a todos, por ello preparar sus ya habituales sándwiches de cajeta fue una tarea tranquila. Una lástima ver que aquel frasco aun estaba por encima de la mitad de su contenido, y él no entendía como eso era posible, llevaba varios días comiendo lo mismo por las mañanas y ese dulce espeso aún se veía muy lejano a terminarse. Salió tranquilamente llevando su mochila encima, conteniendo dentro de ella únicamente el último de los cinco comics que sus padres le compraron, aquel que le faltaba por leer. Los otros cuatro fueron bastante malos, al menos en comparación a lo que estaba habituado tras leer tanto la versión infantil como la versión adulta de Ace Savvy. El primero fue un comic bastante estúpido sobre una dragona que quería ser aceptada por los de su especie al mismo tiempo que quería hacerse notar por sus cualidades únicas, parecía ser algún tipo de lectura mediocre de auto ayuda, pero destinada a niños pequeños, muy pequeños. Sin problemas, ese fue el peor de los comics que había leído hasta ese día, y sin dudas también la peor historia que conocía hasta entonces, pero no pudo evitar leer completo aquel comic, pues pese a ser tan malo e incluso mediocre, seguía siendo una distracción válida para alejarse de el mundo exterior e incluso le daba la oportunidad de evadirse del mundo después de leerlo, dándose el tiempo de maquilar en su mente una serie de críticas a la historia o desarrollo de personajes, pensando incluso en formas de mejorar todos aquellos rasgos en los que la historia tenía fallas. Afortunadamente los tres comics posteriores fueron bastante entretenidos e incluso medianamente emotivos, aunque algo decepcionantes al tener una trama auto conclusiva que le hacía pensar aquellas historias eran episódicas y no lineales como él las prefería. Este último comic tenía una portada increíble y un título interesante, por ello decidió dejarlo hasta el final, esperanzado en que sería al menos la mitad de bueno que los comics de Ace Savvy.
ESTÁS LEYENDO
Decir Adiós
FanficCuando te sientes solo, los días son largos y las noches tristes. Portada por Band of Cobras. Agradezco el permiso para usar la imagen: https://www.deviantart.com/band-of-cobras Diclaimer: El concepto de "The Loud House" y todo lo relacionado con el...