𝐌𝐢𝐜𝐡𝐞𝐥𝐥𝐞 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲, una chica a la cual no le interesa el amor e intenta enorgullecer a su padre a toda costa.
𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲, un chico promedio, bromista, galán, que no le interesa tener la aprobación de nadie y no le interesa...
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Michelle
—No participarás —Hable mientras seguía con la tarea de pociones.
— Tu no me mandas Michelle, a parte a papá le pareció una buena idea para ser famoso — Me contraatacó, suspiré, ya me estaba cansado, no quería que mí hermano se ponga en riesgo, el seguía con esa idea en la cabeza, de participar solo porque nuestro padre le dijo, ya que era buena idea para ser famoso — No suspires así, mimi, imagínate todo lo que podríamos hacer si gano.
Se me acercó y me abrazo por los hombros — Podríamos arreglar el tejado de casa, así papá no estaría preocupado todo el tiempo y pasar tiempo con él — Su respuesta fue convincente, sinceramente me gustaba la idea pero el miedo seguía ahí — Y también podría comprarte todos los caramelos, libros y plantas muggle que quieras.
Bien, me convenció, lo mire y sonreí, lo quería demasiado, no me perdonaría nunca si algo le pasará y no pueda hacer nada para detenerlo.
—Bien me convenciste, pero no quiero que te pase nada Cédric, sos lo más importante para mí, no me perdonaría si te ocurre algo — Se me cristalizaron los ojos, luego de lo de mí madre, jure cuidar a Cédric y a papá, aunque fuera lo último que haga. Mí hermano me abrazo más fuerte.
—Oye no llores mimi, siempre voy a estar para ti, te voy a cuidar y vamos a escuchar canciones muggles hasta que salga el sol, me verás casarme y tener hijos, mientras que yo voy a ahuyentar a cualquier chico que se te acerque — Reímos — No te preocupes, todo saldrá bien.
Todo saldrá bien, debería ser a veces más positiva, mientras tanto seguimos charlando sobre diferentes cosas, hasta que los amigos de Cédric se lo llevaron para poner su nombre en el Cáliz, quiero estar tranquila con ese tema pero mí preocupación es mayor.
Levanté todas mis cosas para irme al Gran Comedor, dónde todos están reunidos para ver quién ponía sus nombres en el cáliz.
Al llegar divisé a Vera y a Hermione, sentadas hablando, me acerque a ellas y me senté a su lado, esperando a ver quién ponía su nombre para participar.
Vi como entraba mí hermano con sus amigos, dirigió su mirada a dónde yo estaba y sonrió, le devolví el gesto, ahora no me quedaba más que apoyarlo, pero espero de todo corazón que el no sea elegido.
Sus amigos lo empujaron hacia el circulo dónde el saco el papel y lo puso dentro del cáliz, para sonreír y salir a reír con sus amigos, cuando paso por el enfrente de nosotros me chocó los cinco, mientras que Ron lo intentaba saludar y era en vano, solté una risita.
