PRÓLOGO

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♡♡♡

—Mira, checa, un marciano.

—¿Un marciano?

—Un marciano sentado en el ala.

—¿De qué hablas? —pregunto con pereza.

—¿Un marciano sentado en el ala? —se pregunta así misma con inquietud —¡Un marciano sentado en el ala de un vuelo de taca!

—¡Ahh! No otra vez. No te dejaré tocar el teléfono de nuevo.

—Pero, ¿por qué mamá? —cuestiona María haciendo pucheros.

Cada vez que toma mi teléfono abre tiktok y se aprende una nueva canción. Es un diablillo disfrazado de ángel.

—No quiero que toques el teléfono y listo.

—Pero, ¡Mamá! Mis amigas tienen teléfono. ¡Yo también quiero uno!

—¡Tienes ocho años María! No hay teléfono y listo.

—Pero...

—Y listo.

—Pe...

—¿Listo?

—Listo. —Asiente cabizbaja, gruñiendo algo en ruso que no alcanzo a entender.

Como es posible que con tan poca edad haya aprendido tan rápido el idioma que yo, que llevo muchos años tratando.

—Mamá.

—¿Qué sucede? María.

—No me llamo María, es Masha.

—Vives en España, eres María. —comento sonriendo.

—¿Por qué vivimos en España y no Rusia o México?

—Porque en Rusia hace mucho frío y México mucho calor y pues...

—¡Ay no! Mamá...—interrumpe.

Estoy pagando un karma con María. Tiene un temperamento demasiado fuerte. El adn de él es muy dominante en este pequeño ser.

Hace más de un año no se menciona su nombre.

Pensar solo en su nombre me da escalofríos.

Me acerco a ella y me siento a su lado en la pequeña cocina.

—Te prometo que si te portas bien, iremos este verano a México. 

Abrea la  boca asombrada y sus ojos brilaban como dos diamantes. —Obeshchat'? (¿Promesa?)

—Obeshchat' —asiento besando su mejilla.
—Ahora vamonos que se hace tarde.

—No quiero ir a la escuela.

—Tienes que ir, tu viaje depende de como te portes.

—Hmm...

No tenía idea de como pagar ese viaje, apenas me alcanza para mantenernos lo tres. Buscaría la manera de hacerlo posible. Me rehusaba a recibir dinero de Diego, Sasha o incluso Priscila.
Así que si tenía que hacer horas extras en el trabajo para no necesitar nada de nadie lo haría.

Mis hijos son mis problemas y me haré cargo de ellos por mi propia cuenta.

—¡Eres muy terca! No sabes lo peligroso que es tener una vida normal, sabiendo muy bien quienes somos, quién eres y quién fue el padre de tus hijos.

—Es así como dijiste. Fue. Ahora ya no más. Le daré una vida normal a mis hijos. No merecen vivir infelices bajo la sombra de alguien que no está. Incluso si estuviera, merecen tener una vida normal.

—No pienso seguir hablando ésto contigo, Ximena. Solo te diré que si algo le llegase a pasar a mis sobrinos serás resposable por ello —añade Sasha molesto.

—No te estoy pidiendo ayuda. Ya te dije que solo conmigo estarán bien.

—No te pedí que te alejes de ellos, solo que, pueden vivir en otro lugar. Tu eliges la casa y el lugar, un chófer que lleve a los niños y los cuide en todo momento.

—Acepté en ponerlos en una escuela privada con una seguiridad extraordinaria mientras trabajo, no me pidas que envíe a mis hijos con un guardaespaldas hasta para ir al baño.

—Aunque no lo quieras ver ahora, será así. Por más que te rehuses sigue siendo de la familia.

—¡Al diablo tu legado y tu familia! —exclamé

Un silencio incómodo se produce por unos segundos.

—Cómo quieras. —toma su chaqueta de cuero y sale por la puerta, cerrándola de un portazo que resuena en toda el departamento.

Hace un año y seis meses de lo sucedido.

Después de eso no he vuelto hablar con Sasha, solo sé de él por las cosas que me cuenta Lau.

Después de haber perdido su bebé, han intentado tener hijos y aún no ha podido.

Mi corazón se hacía pequeño cada vez que escuchaba a Lau llorar por el teléfono. La vida era tan injusta. Ella anhelaba tener un hijo y la vida me dió dos sin siquiera estar buscándolo.

Ojalá te estés pudriendo en el infierno Dmetry.




YO SIEMPRE CONSIGO LO QUE QUIERO PARTE II  "JAQUE MATE MISTER D"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora