YO SIEMPRE CONSIGO LO QUE QUIERO PARTE II "JAQUE MATE MISTER D"

Capítulo 11

¡Joder! Dmetry eres un estúpido.

Me sentía acorralada por la decisión de Dmetry de ir a ver a sus hijos sin consultarla primero. Sabía que explicar a dos niños cómo su padre, que ellos creían muerto, seguía vivo sería extremadamente difícil. La angustia y el temor la invadían al pensar en las preguntas que surgirían y en cómo eso podría afectar emocionalmente a los niños. Además, se sentía traicionada y desconsiderada por Dmetry, ya que él había tomado una decisión tan crucial sin tener en cuenta su opinión ni el bienestar de sus hijos.

Ya sabía lo hijo de puta que era él. Pero como era posible que no se detuvo a pensarlo antes. No siquiera ha intentado contactarme.

Por más rápido que iba el auto más eterno se hacía el camino.

¡Estúpido, desconsiderado!

La fila de autos que había enfrente de la casa me hizo temblar y revivir cosas del pasado.

Entro deprisa en busca de los niños.

No estaban.

-¡Isaya! ¡María! -Exclamé.

Estaban en el jardín cerca de la alberca, con él.

Sasha acompañaba a María mientras Isaya escuchaba atentamente a Dmetry.

La ira se apoderó de mí en un instante. Cómo era posible que hicieran esto sin consultarme.

Me acerco y digo: -¿Qué creen que están haciendo?

Sasha se pone de pie.

-Estamos teniendo un encuentro familiar, ¿No es así María?

-¡Sí! Tío Sasha dice que él es mi papá. ¡Habla en ruso! Como Isaya, como tío Sasha y como yo. Y él es el tío Matt.

Esto no se podía poner peor. Me sentía ajena, avergonzada y no siquiera sabía que decir. Mientras tanto él solo observaba mientras mantenía una conversación con Isaya que le parecía muy entretenida al niño.

-Bueno, ¿Quién quiere ir a la playa? Mamá y Papá tienen cosas de que hablar. -Comenta Laura llevándose los niños.

Miro con ironía a Laura. Ayer estaba pidiendo disculpas y hoy vuelve y me traiciona.

Me quedo paralizada en medio del jardín.

No sabía si ir detrás de los niños que deben de tener muchas preguntas o enfrentar a Dmetry ahora mismo.

Dmetry se pone de pie y se acerca hacia mí. Tenía esa mirada, la misma de cuando se salía con la suya: una mezcla de determinación y autosuficiencia que siempre me había desconcertado. Sus ojos brillaban con una intensidad que me hacía sentir vulnerable, como si ya supiera que no podría oponerme a sus decisiones.

-¿Era tan difícil comunicarme ésto?

-No creo que sea el momento adecuado para hablar de ésto. -Dice pasando de mí entrando a la casa.

¿Era en serio?

-¡Mamá ayúdame hacer la mochila!-Exclama María por la ventana del segundo piso.

Subo de inmediato hacia la habitación esperando la mil y una preguntas de los niños.

-¡Mamá! -Exclama.-¿Cuál vestido te gusta?

-El azul. Tenemos que hablar, antes de salir. Isaya tu también.

Se supone que esto no sería de esta manera.

-Mmm quiero explicarle qué...

-¿Qué? Sobre Dmetry? Nuestro papá.
-Interrumpe María.

-S-sí... hay cosas que no puede enteder aún.