Que tonto fue ese instante, que te dejo marchar con lágrimas en los ojos.
Ese joven instante, inexperto en temas del amor y tan cerrado a la vida, que solo admitía una sonrisa al año. Lo estoy culpando a él en estos instantes, aunque me falten cien vidas para ganar experiencia y aprender a perdonar...lo estoy culpando, y ante el espejo me llamo a mí mismo, ese instante que te dejo ir al cerrar los ojos y abriendo el corazón al dolor.
Que tonto fui yo, al convertirme en un instante en esa hermosa eternidad, translucida en tu mirada.
Eterno tal vez sea, las imágenes de tu sonrisa incrustada en mi mente. Lo único bueno que me ha pasado, en este abismo llamado vida.
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El arte de escribir en soledad
PoezjaMi universo tallado en poemas...bueno, casi poemas. Buen provecho !