No puedo evitar comparar a una mujer con una estrella. Pues ellas guardan similitud con el brillo de esos cuerpos celestes.
Cada una es un camino, lleno de obstáculos y momentos felices que cualquier nomada desea explorar, para conquistar sus lunares y admirar el bello arte de su sonrisa en medio de una locura. Se vuelven guías para viajeros que se pierden en medio de la oscuridad, y caminan sobre el valle de la Soledad.
La perfecta naturaleza de perderse para siempre en los pliegues de su piel.
Un destino marcado, complejo y cambiante, pero que guarda la dosis ideal de vida, para complementar nuestras ganas de seguir adelante
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El arte de escribir en soledad
PoesíaMi universo tallado en poemas...bueno, casi poemas. Buen provecho !