Cuando la vi por primera vez entendi porque siempre lucia triste. Era hermosa e increíblemente extraordinaria, pero todas las personas la miraban de ese modo, alguien bonita en el exterior, con la piel llena de vida, pero que por dentro se sentia vacia.
Y desde ese dia empece a llamarla por su apellido, porque odiaba su nombre. Aproveché cada oportunidad para decirle lo inteligente y capaz que era, incluso de tocar el cielo si se lo propusiera. Observe cada detalle suyo y con simples palabras le describia la belleza que guardaba en todas ellas.
Cuando yo hacia eso, ella empezo a sonreir, a sonreir de verdad. Y en el proceso mi alma también era feliz por verla asi. Ya no era la chica que siempre lucia triste y sonreia de forma nerviosa cuando alguien la llamaba Bonita.
Ahora era la chica bonita e inteligente, que estaba dispuesta a conquistar el cielo en medio del infierno de la sociedad.
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El arte de escribir en soledad
PoesiaMi universo tallado en poemas...bueno, casi poemas. Buen provecho !