Capítulo 9

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Hace poco más de 1 mes nos pusimos en contacto con un agente de bienes raices para que nos dijera los requisitos necesarios para poner en venta la casa y dejarla lista para quienes fueran a habitarla en un tiempo.

Mi papa en cuanto le expuse el trato que Samantha ofreció no pudo resistirse mucho, aunque lo hablamos durante unos días por los pros y contras que traía una decisión así, al final termino bastante convencido y creo que contento ya que congenio muy bien con mis suegros, tanto que siento que ya son muy buenos amigos y compañeros de juegos.

También desde ese tiempo no he podido ver a Samantha porque salió de viaje con su Papá y no sabían cuanto tiempo estarian fuera, al mismo tiempo que me di cuenta que Juan empiezo a actuar extraño y durante el transcurso de clases no se me despega sin mencionar su insistencia en que salgamos a algún lado, sus aromas a nerviosismo y ansiedad me marean tanto que me estreso más de lo que quisiera.

Hoy me pidió que habláramos en el descanso y accedí con la condición de que lo hiciéramos rápido porque no quería desperdiciar el poco tiempo que nos dan para comer.

Pase las 2 horas más torturantes y lentas en Filosofía que pudiesen existir, la profesora dictaba tan lento que estuve cabeceando cada que terminaba una oración, en cuanto término la clase salí disparada hacia la cafetería intentando no chocar con nadie pero justo cuando iba a llegar a la barra, Juan se para delante mío y lo maldije mentalmente, me llevó a rastras hasta un lugar poco poblado por estudiantes y pude sentir la mirada de los chicos que eran parte de la manada en nosotros, eran de desaprobación e hicieron ademán de querer acercarse pero por alguna extraña razón no pasó.

Juan estaba demasiado nervioso jugando con las correas de su mochila y moviendo uno de sus pies mientras mantenía la mirada baja, comenzaba a irritarme y si no hablaba ahora me iría aunque lo que tuviese que decirme fuese muy importante.

-En serio tenemos que hablar ahora? Muero de hambre

-No se como empezar

-Pues solo dilo Guarnizo o me iré justo ahora- amenace apuntando con mi mano la cafetería

-Bueno, tu lo pediste, me gustas Abril y quis.....

-Que?!

-Me di cuenta de que te quiero más que lo que pensaba y....- le tape la boca con mis manos para que dejara de hablar, en cuanto sonó la campana para regresar a clases me fui lo más rápido que pude de ahí.

Estuve evitandolo lo más que pude durante casi toda la semana pero aun así me seguía insistiendo.

Hoy era viernes ya había sonado la campana para salir, con suerte logre llegar hasta la salida sin que Juan me viera, atravecé el tumulto de alumnos pensando que lograría mi objetivo hoy también pero cuando sentí ya me tenian sujeta de la muñeca, y efectivamente al voltear era Juan.

-Abril por favor, dame una oportunidad

-¿Mi actitud contigo no te dijo nada?

-Si, pero dejame demostrarte que soy digno de ti.

-Claro que no, te deje en claro que ya estoy con Samantha.

-Si eso es lo que te detiene entonces dejala, además no se han visto desde hace un tiempo, que tal si ya hasta te engaña con alguién más.

-No Juan, confió en ella y nada de lo que digas me hará dejarla.

-Por dios Abril, abre los ojos, es una delincuente.

-Es de muy mala educación hablar de las personas a sus espaldas.

-Samantha...

Escuche a Juan tragar en seco, ella llamo a uno de sus hombres con un movimiento de su mano mientras se acercaba a mi y besaba mi sien, he de admitir que me sentía demasiado felíz de verla, abrace su cintura y aspire su aroma hasta llenar mis pulmones con el, ¡que delicia!, como lo extrañaba.

-Subanlo a una de las camionetas y llévenselo, mi padre y yó planeamos tener una larga platica con él- lo dijo mientras le dedicaba una de sus sonrisas que no te transmitía precisamente tranquilidad.




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Al parecer si tuvieron solo una platica con el pero no me imagino que le habrán dicho para que saliera tan asustado.

Cuando terminaron Sam me llevo con ella a su habitación y entro al baño para cambiarse el traje burdeos que tenia puesto por ropa deportiva y sin la venda ya puesta, justo en el momento que salio vino hacia mi acostandonos en su cama abrazandome y escondiendo su rostro en mi cuello dejando un pequeño beso en el, yo me dedique a acariciar su cabello, que por cierto, por estar pensando en lo que le habían hecho a Juan apenas caí en cuenta de que se lo recorto.

-Te extrañe mucho cachorra y también tu exquisito aroma, espero que para la próxima vez me puedas acompañar.

-¿Estuvo tan mal?

-Si te contara te quedarias dormida en menos de 5 minutos.

-Oye, ¿Amor?

-¿Si?

-¿Puedo saber que le dijeron a Juan?
Digo, es que cuando salio de la "charla" que tuvo con ustedes se veía muy asustado y casi se fue corriendo de aquí.

-Solo le advertí que no se volviera a acercar a ti porque eres mía, después de eso mi papá le dio un escarmiento.

Comenzó a olfatear aún más mi cuello mientras paseaba sus manos a lo largo de mi cadera y cintura haciéndome jadear levemente entre caricias a lo que yo solo pude enterrar mis dedos en su cabello.

Decidí que no iba a perder el tiempo, llevamos poco tiempo de relación pero aún así habían pasado casi 2 meses sin verla, el tiempo suficiente para pensar lo que quiero junto a ella.

Levante su rostro y junte nuestros labios, tenía un leve sabor a sangre que detonó algo en mi.

La tome por el cuello atrayendola más a mi mientras abría más mis piernas incitandola a frotarse en mi.

Invadió mi boca con su lengua, al momento de juntar nuestros sexos y hacer movimientos circulares con su cadera solté un gemido ahogado durante el beso.

-Hermosa, tengo tantas ganas de hacerte mía justo ahora.

-¿Qué es lo que te detiene mi amor?

-¿Estas segura Princesa?

-Vamos a pasar el resto de nuestra vida juntas, así que sí- acaricie su mejilla y ví cierto brillo en sus ojos llenando el ambiente de feromonas una combinación de alegría y lujuría que me parecían demasiado atractivas pra la ocasión, se levantó aún quedándose entre mis piernas, se quito la playera lanzandola a algún sitio de la habitación dejando a la vista su torso y brazos con tatuajes, cuando hice lo mismo su mirada se oscureció.

-Abril, eres tan perfecta y preciosa.

-Y tu eres muy sexy.

La atraje de nuevo a mi besandola con fiereza y dejándome llevar por el deseo.

Just Mine (Adaptación Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora