Just Mine (Adaptación Rivari)

Capítulo 13

Nuestras prendas terminaron esparcidas por toda la habitación en la cual solo se escuchaban nuestros gemidos y jadeos, no sabía que estar en celo se sintiera así, doloroso al no tener a mi alfa dentro de mi para apaciguar mi deseo.

Samantha me seguía viendo con un brillo de lujuria pura en sus ojos mientras paseaba sus manos en todo mi cuerpo haciendo pausas en mi trasero, muslos y pechos, rodee su cuello con mis brazos y la atraer hacia mi para besarla pero ella desvío su rostro quedando en mi cuello en donde estoy casi segura dejara marcas de chupetones, lo cual no me importa, pero si mi papá se da cuenta, seguro la intentara matar, lo bueno es que es a prueba de balas mi Alfa.

Me quito los pantalones y las bragas de una sola vez, luego de ello me volteo para quedar de espaldas a ella tomando ambas almohadas y colocando las debajo de mi vientre, sabía lo que estas por hacer pero yo solo podía esperar, aunque no por mucho ya que el dolor aumentaba a cada segundo.

Escuche como se desabonotaba el pantalón y bajaba la cremallera, en tiempo récord quedo desnuda de la cadera hacia abajo.

Tomandome firmemente con una mano de las caderas, con la otra colocó la punta de su pene en mi entrada provocandome un escalofrío a lo largo de toda la columna vertebral, sin pensarlo 2 veces me empuje hacia atrás enterrando todo su miembro en mi interior haciendo que ambas gimieramos sonoramente, era justo lo que necesitaba pero no hacia falta decírselo a mi alfa, en pocos segundos tomó un ritmo regular.

Sus estocadas eran lentas pero tan profundas que podía sentir como su glande chocaba contra la entrada de mi útero.

De un momento a otro cambio radicalmente el ritmo, recargo su pecho en mi espalda y colocó ambas manos a la par de mi cabeza mientras cada embestida era más fuerte y lenta, podía sentir toda su longitud crecer en mi cada vez un poco más mientras palpitaba, como cada una de sus venas entraba y me hacia enloquecer.

Tenía la cara hundida en el colchón y las manos aferradas a las sabanas recibiendo todo su potencial con gemidos que sabía le encantaban a sobremanera.

-C-cachorra........ Se siente tan de delicioso estar dentro tuyo- sacó hasta la punta e iba a reclamarle pero no pude ni pronunciar palabra cuando arremetió contra mi de una manera tan rápida y fuerte que el gemido que solté estoy segura que hasta el ciervo más cercano a aquí lo escuchó.

-Dios....... A-asi Alfa- apenas pude decirlo en un gemido ya que Samantha  seguía penetrandome de manera excelente, ella soltaba gruñidos, los cuales me volvían loca de deseo.

Sentí que ya iba a terminar al darme cuenta que mi paredes comenzaban a apretar su miembro poco a poco y creo que ella lo noto porque aumentó la velocidad en sus embestidas al punto de ser erráticas algunas.

Llegue al orgasmo de manera gloriosa ya que las piernas me temblaban y me escurrian los muslos que me ví en la necesidad de morder las sabanas, Samantha llegó casi al mismo tiempo que yo y me deleite cuando descargo todo su semen en mi interior mientras soltaba un gruñido de satisfacción y la sensación tan cálida me provocó varios espasmos más.

Abrazando mi cintura y sin salir aún de mi nos recosto de lado intentando recuperar el aliento luego de aquella hazaña tan excitante, hizo mi cabello a un lado para poder besarme y lamerme el cuello a su antojo.

Pocos minutos después el calor volvió a invadirme tan fuerte como la vez anterior y haciendo que liberará más feromonas, Sam inhalo profundo y soltó un jadeo.

Antes de que me tomara otra vez, la puse de espaldas a la cama y me coloque a horcajadas sobre su vientre sin pasar por desapercibida la enorme erección que se le había vuelto a formar en cuestión de segundos, sin esfuerzo alguno se reincorporó abrazandome por la cintura solo que un poco más fuerte que antes.

Retiro cabello de mi hombro e inhalo mi aroma profundamente, lamio un poco para después enterrarme sus colmillos...
Por fin me había marcado, los primeros segundos sentí dolor que poco a poco fue reemplazado por placer, al terminar lamio un par de veces su marca, intente reprimir mis jadeos pero fue en vano, y el que nuestras intimidades se rozaran no lohacia más facil, su antes se sentía bastante bien, solo eran cosquillas comparadas con lo que siento justo ahora.

Empece a mover las caderas en círculos para tener mayor fricción, y sentí que era muy erótico masturbarse con su gran miembro, la empuje haciendo que cayera acostada de nuevo mientras atacaba sus labios con los míos de forma apasionada y hambrienta sin parar de mover la pelvis...

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Pasamos 4 días encerradas teniendo sexo como conejos sin detenernos, definitivamente iba a amar mi celo a partir de hoy, de no ser por los mellizos que lograron abrir la puerta mientras dormimos un poco para ponerme un supresor, no nos hubiéramos separado hasta dentro de otros 3 días y eso sería un problema ya que Samantha faltaría a su reunión y recibiría algún tipo de castigo o algo así.

Hoy salía su vuelo alrededor de las 7 p.m. rumbo a Vancouver, me puse muy triste porque no la vería hasta dentro de 10 días, estando ya en el aeropuerto privado no pude evitar llorar un poco, quería irme con ella o que se quedará sin importar que a mi me dieran el castigo por obstaculizar su deber como líder de manada.

Ella me abrazo muy fuerte y por primera vez en los meses que llevamos de relación me beso en los labios frente a alguien más y no en la sien como acostumbra, eso me hizo tan feliz que me tranquilizó un poco, pero aún así no quería que se marchara, pero tuvo que hacerlo.

Poco antes de subir al jet hundió su rostro en mi cuello llenando sus pulmones de mi aroma y lamiendo su marca, me dijo que me amaba y sin más se fue.