Capítulo 4

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4 lobos gigantes nos acorralaron, y no pude evitar sujetar a Samantha de la mano con fuerza demás pero al parecer no le importó, seguía con su mismo semblante imperturbable mientras yo me moría de miedo por dentro.

De pronto oi motores acercándose y deduje que eran los chicos que venían con nosotras, y así fue pero había algo, solo venían en una motocicleta, el chico pelirrojo se bajo como si nada para quedar junto a Samantha mientras ella se quitaba la chaqueta y la venda de los ojos, sin embargo no los abrió.
-Llevatela de aquí y no dejes que nadie la toque- le ordenó con un gruñido que me hizo estremecer al mismo tiempo que me hizo agachar la cabeza, la chica en la motocicleta paso a una buena velocidad para tomarme de la cintura y subirme, con una maniobra que yo veía imposible, al vehículo aumentando la velocidad para alejarnos lo más pronto posible de lo que sería una desastre inminente.

Después de alrededor de 10 min conduciendo adentrandonos cada vez más al bosque llegamos a un complejo de viviendas bajando la velocidad, que eran cerca de 20 a lo mucho y que se veían demasiado lujosas para mi gusto pero no nos detuvimos en ninguna de estas si no que siguio hasta el final donde había una mansión enorme.

Se detuvo justo frente a la reja principal y me hizo un ademán con la cabeza que indica que aquí era nuestro destino aunque tarde unos sengundos en entender, ella bajo después de mi pero la seguí desde atrás suyo porque no sabía a que parte de la casa iriamos, quise preguntarle su nombre pero aún me sentía cohibida así que mejor decidí hacerlo después.

Llegamos a una habitación que estaba en la segunda planta de la mansión, era una habitación del tamaño de la Sala de mi casa o quizá hasta más grande y lo mejor es que tenía el olor de mi alfa por todas partes, lo que me hizo darme cuenta que era suya, sin pensarlo 2 veces me acosté en la cama pensando en como estaría ella en este momento porque no quería ni imaginar que le hicieran daño, se que difícilmente saldría herida ya que es una Alfa y estos son los más fuertes de las 3 jerarquías según lo tengo entendido pero aún así no dejaba de pensar en las tantas posibilidades que habían.

Tenía mucha hambre así que decidí salir de la habitación para dirigirme a la cocina lo bueno es que sabía más o menos donde estaba, al bajar las escaleras pude notar que había demasiados guardias en el jardín con armas, al principio me asuste pero luego recordé que ahora era la novia de una chica con un gran poder en todo sentido.

Sin más me dirigí al lugar que tanto deseaba, al cruzar las finas puertas de madera la mandíbula casi me llega hasta el suelo, era la cocina mejor equipada y más moderna que jamás había visto en mi cortos 16 años de vida
-Quien eres y como lograste entrar?- me asuste por la voz de la mujer que recién había entrado
-Yo... Me trajo la chica y tenía hambre así que...-
-Guardias!- no me dejó terminar, cuando me di cuenta tenía a 2 tipos incluso más altos que Samantha a mis lados tomandome con mucha fuerza por los brazos dispuestos a sacarme del lugar
-Sueltenla! Ahora- la chica pelirroja que me trajo estaba parada al otro lado de la cocina con una cara muy sería -no creo que a la Alfa le agrade saber que iban a sacar a Su Mate a rastras de aquí ¿O si?-
En cuanto escucharon salir eso de sus labios los guardias y la que creo yo era la encargada de la cocina se sorprendieron y me soltaron de inmediato haciendo una reverencia y diciendo que lo sentian, los monigotes se retiraron aún con la cabeza agachada.
Mientras tanto la pelirroja me hizo sentarme junto a ella en la isla de la cocina y ordenó que me prepararan algo de comer en lo que Samantha llegaba ya que podría tardar bastante
-Y como te llamas?- me anime a preguntarle antes de darle un mordisco a mi sándwich
-soy Jena, un placer Luna-
-Luna? Creo que te equivocas, mi nombre es Abril- me miro muy confundida y he de suponer porque sería, de pronto se escucho como abrían la reja de la mansión, me levante tan abruptamente que casi caigo con el taburete que estaba al lado mío por ir a ver si era Samantha quien había llegado, pero no fue así, entraron al menos 3 camionetas negras de las cuales bajaron aún más guardias y 2 personas que se diferenciaban de ellos, una mujer rubia de unos 35 años con un vestido de color burdeos y zapatos negros iba colgada del brazo de un hombre también Rubio de no más de 40 años enfundado en un traje estilo barroco de color negro con detalles plateados en las solapas y puños del saco. Justo en ese momento me di cuenta de que eran los padres de Samantha y un miedo inmenso se apoderó de mi al recordar que su padre podría desaparecerme con un solo chasquido si así lo deseaba en cuanto atravesara la puerta y me viera.

Todo iba en camara lenta para mi, de no ser por Jena que estaba posando su mano sobre mi hombro y diciéndome que estuviera tranquila, ahora mismo me estaría dando un ataque de pánico.

Al entrar, la mirada de ambos se dirigió hacia mi la cual hizo que me recorriera un escalofrío por toda la columna vertebral, ambos me escudriñaban con una mirada que inflingia miedo mientras se acercaban a nosotras con pasos lentos pero firmes haciendo sonar la madera bajo cada uno de estos, me hacían sentir aún más pequeña de lo que ya era
-Jena, quien es esta chica y que hace aquí?- la voz del señor Rivera era grave y sonaba molesta, de tal forma que yo sentía que si no contestaba en ese mismo instante pasaría algo muy muy malo.

••••••

Estaba en la habitación de Samantha acostada en la cama con uno de sus pijamas esperando a que subiera después de la charla que estuviese teniendo con sus padres.

Como si de un milagro se tratase llegó en el momento exacto para decirle a su papá que no podía hablarme así o siquiera tocarme un cabello por que era su Mate haciendo que me sintiera aliviada, el pareció pensarlo unos segundos pero enseguida me ofreció disculpas para después excusarse y llevársela a su despacho para tratar el tema de los betas que nos atacaron lo cual no entendí mucho pero supongo que en su debido tiempo ella me contara que ocurre.

10 min más tarde ella entró a la habitación y me percate de algo que no habia notado por mis nervios y es que su ropa tenía sangre por todos lados haciéndome levantar e ir hasta donde ella para cerciorarme de que no estaba herida.

Luego de confirmar que no tenía ni un solo rasguño posé mis manos sobre su rostro acariciando sus mejillas mientras ella posaba las suyas en mi cintura haciendo círculos con sus pulgares sobre la tela de mi playera.
Me abrazo por completo y junto nuestros labios en un beso que desfilaba amor y posesión, un beso que necesitába desde hace un buen rato para calmar mis nervios y ansiedad, sin soltar su rostro la atraje más a mi de ser posible invadiendo su boca con mi lengua que ella con gusto recibió siguiendo el ritmo que yo imponia, sentí sus manos desplazarse lentamente de mi cintura a la parte baja de mi trasero apretandolo, haciendo que soltara un jadeo que sus labios amortiguaron.

Luego de separarme un poco de ella para estabilizar mi respiración y latidos, junte mi frente con la suya aún con lo ojos cerrados pensando en que en verdad iba a amar a esta chica tanto como me fuera posible sin importar que la catalogaran de asesina o cosas por el estilo.

Tras una buena ducha para quitar el olor y restos de sangre por sus brazos y rostro, Samantha salió del cuarto de baño con su pijama puesto que consistía en un pantalonsillos negros que hacían lucir sus largas piernas y una camiseta holgada. Se recosto conmigo en la cama envolviendome firmemente con sus brazos, me voltee para poder verla a la cara lo que me hizo detestar esa maldita venda pero se que si espero pacientemente, algún día, me mostrará esos ojos que tanto anhelo tengo que poder ver.

La bese por última vez y acomodandome en su pecho me quede dormida con el pensamiento de que es lo que ocurriría a partir de ahora.

Just Mine (Adaptación Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora