Capítulo 17 2/2

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Nuestra ropa estaba esparcida por la habitacion, ambas ya desnudas soltabamos jadeos demasiado buenos para el oído de la otra.

Pasee mi mano por el torso de Samantha  hasta llegar a su miembro y tomarlo haciendo que suspirara en medio de nuestro beso, sintiendo como palpitaba en mi mano comencé a masturbarla provocándole pequeñas gruñidos que me fascinaban y moviendo sus caderas al mismo ritmo que mi mano, en un segundo cambiamos de posición, Samantha estaba sentada y yo sobre su regazo.

Sin hacernos esperar comencé a mover mis caderas de atrás hacia adelante juntando nuestras intimidades sintiendo como cada vez más me mojaba y lubricaba su miembro al mismo tiempo, a pesar del clima afuera, en la habitación hacia un calor abrasador siendo aún más por los gruñidos y gemidos que ambas soltabamos.

Aclarando mi mente lo suficiente tome su cartera del pantalón sacando un condón de está, sabía que siempre cargaba con uno y como no quería repetir una mala experiencia seríamos cuidadosas.

Abri el empaque y alejandome un poco de ella le coloque el preservativo y una vez hecho alinee su miembro con mi entrada bajando poco a poco.

A pesar de haber tenido sexo previamente aún no podía acostumbrarme a su tamaño, espere un momento para comenzar a moverme dando pequeños saltos sobre ella mientras rasguñaba su abdomen y me sujetaba de las caderas ayudandome a impulsar.

Me tomó entre sus brazos y nos llevó hasta el escritorio en donde me acomodó siguiendo con las embestidas, yo no podía dejar de gemir en su oído y rasguñar su espalda aferrándome a su cadera con mis piernas.

Me separe un poco de ella tomando su rostro y besandola, aprovechó para dirigir su mano a mi clítoris comenzando a masajearlo en círculos sin dejar de lado la batalla entre nuestras lenguas, me sentía en el paraíso con solo sus toques tan acertados.

Podía sentir el orgasmo cada vez más cerca por como mis paredes se cerraban sobre su miembro, ella igual lo noto dejando mi clítoris para tomar mi pierna y llevarla hasta su hombro haciéndome recostar en el escritorio cambiando drásticamente la fuerza y velocidad de sus penetraciones tocando aquel punto esponjoso y sensible, con eso me aferre a su espalda sin poder evitar morder su hombro, pero creo que no le importó porque ella seguía con lo suyo.

Sentí mi vientre tensarse al igual que Samantha lo hacia, apretó su agarre en mis caderas mientras daba unas cuantas embestidas más y nos corriamos, sus gemidos entrecortados eran música para mis oídos.

Me reincorpore abrazando su torso dejando un beso sobre las marcas que le había hecho.

-¿Continuamos en la habitación?- sonreí ante su pregunta asintiendo efusivamente y nos dirigimos hacia allá con cuidado de no ser descubiertas.


⚜⚜⚜⚜⚜⚜⚜⚜

Los rayos del Sol golpeando mi rostro provocaron que me despertara, me senté recordando lo que había pasado hace solo algunas horas haciéndome sonreír como idiota, intente levantarme de la cama pero justo al momento de mover las piernas un dolor apenas soportable me recorrió desde lo "profundo de mi ser" hasta cierto punto de los muslos.

Después de algunos intentos logre ponerme de pie para tomar ropa y meterme a dar una ducha ya que estaba pegajosa lo cual no me molestaba pero era incómodo.

Tarde alrededor de media hora para salir del baño y vestirme, salí de la habitación dirigiéndome hacia la sala de estar, pude oir que Samantha hablaba en ruso con quien según yo era la mujer que habíamos encontrado ayer, baje con cuidado los pocos escalones que había intentando no hacer una mueca por el dolor.

Samantha había dejado de hablar con aquella mujer para acercarse a mi con una leve sonrisa socarrona.

-Cachorra, hoy caminas algo cautelosa

-¿Y de quien es la culpa?

-Te recuerdo que no soy yo quien pedía más y más, ¿O si?

-A....- le di la espalda cruzandome de brazos y ella me atraía con una de sus manos a su cuerpo y olfateaba mi cuello, me volví para quedar cara a cara y rodee su cuello con mis manos -Aun así no me arrepiento- la atraje atrapando sus labios con los mios.

Luego de nuestra pequeña sesión de besos por fin me senté a comer algo o si no me desmayaria, mientras lo hacía Samantha me resumía lo más posible el porque aquella manada había sido masacrada de esa forma, según entendí tenían una antigua deuda con un alfa de alto poder, pero el detalle estaba en que nadie sabía quien era ni que tipo de deuda hubo, solo que tuvo que ser una muy grande como para cobrarla de esa manera.

Llegaron los mellizos haciendo algo de ruido llenos de bolsas del centro comercial, en cuanto dejaron todo sobre la isla Samantha les llamó la atención para contarles más a detalle lo que había averiguado llevandoselos hacia la sala.

Me puse un abrigo y sali a caminar un rato para mitigar aunque sea un poco la tensión y el dolor entre mis piernas, conmigo venían 3 de los hombres de mi alfa ya que no le gustaba que saliera sola y mucho menos aquí en Rusia porque contaba con ciertos enemigos que no durarían en lastimarla por medio de mi.

Llegue a un parque y fui a sentarme cerca de donde jugaban niños poniéndome a pensar un poco en el que perdimos, pero decidí restarle importancia por la misma razón de que aún no estaba lista para uno, posiblemente en unos 8 o 10 años pero no aún, quería disfrutar mi adolescencia, nuestro romance y vida sexual con Sam lo más que pudiera antes de una responsabilidad tan grande como un cachorro.

Estuve absorta en mis pensamientos y en ver como las personas iban y venían cuando recibí un mensaje de mi chica preguntándome si estaba bien, le respondi al instante para no preocuparla, me puse de pie emprendiendo mi camino de nuevo a casa con los guardaespaldas detrás de mi, lo bueno de estos es que me daban un buen margen de espacio para no sentirme incómoda o abrumada.

En cuanto pise el interior de mi hogar, Samantha me recibió con un beso en la cabeza a lo que yo le correspondi abrazandola por la cintura y ocultando mi rostro en su cuello, al estar entre sus brazos me sentía lo suficientemente segura.

El ambiente se tenso de la nada, percibí el aroma de alguien tras la puerta, un hedor fuerte y amargo, en menos de 5 segundos Aldo
me llevó hacia donde estaban ellos en la sala, Samantha por su parte abrió la puerta dando paso aún hace tan alto como ella, todo se volvió aún más tenso en nuestro alrededor.

El semblante de cada uno cambio, ambos ahí parados mirándose fijamente imponía demasiado, tanto que sin hacer uso de su voluntad Samantha nos estaba haciendo arrodillar.

-Doblas

-Rivera

Sus voces nos hicieron temblar, o al menos a mi, eran tan graves que un escalofrío recorrió mi espalda, nunca imaginé que mi Alfa tuviese un tono de voz parecido a lo que acabó de escuchar.

Con un movimiento de cabeza Samantha los condujo a lo largo del pasillo hasta su estudio cerrando la puerta tras de ellos poniendo el pestillo y dejándonos a la expectativa.

Un par de horas más tarde salieron volviendo a ponernos tensos, ninguno dijo nada esta vez, aquel hombre sólo salió de la casa sin más mientras Samantha se dirigía a nuestra habitación, por esta noche no preguntaría nada pero le preguntaría en unos días que estuviera más tranquila.

Nos acostamos, ella abrazandome quedando dormida casi al instante, yo estuve despierta un poco más pensando en lo que pasó esta tarde, decidí no darle más vueltas al asunto y me acomode mejor en sus brazos para dormir.

Just Mine (Adaptación Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora