Epílogo: Noche de Bodas

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Cuando llegamos a la habitación del hotel donde nos quedaríamos por 20 días, Samantha lo único que hizo fue dejar las maletas en el suelo y quitarse los zapatos para lanzarse a la cama y caer dormida casi al instante, no fueron muchas horas de vuelo pero no dormimos mucho por el paseo nocturno que dimos en la madrugada así que podía entender porqué estaba tan cansada, sin objeción alguna seguí su ejemplo acomodándome a un lado suyo, en automático ella rodeo mi cintura con su abrazo pegándome más a su cuerpo haciéndome tener aún más sueño del que ya tenía.

No se cuanto tiempo estuvimos dormidas, pero cuando me desperté mi Alfa no estaba a mi lado y el cielo ya estaba oscuro, me levante perezosamente a buscar mi celular entre las cosas de mi mochila para revisar la hora, no era tan tarde, recién las 8:30.

Me dirigí al baño para ver si ahí no se encontraba Samantha, y no me equivoque, estaba tomando un baño relajante en la tina y creo que me sintió u olio mi aroma muy cerca porque levantó la cabeza y abrió los ojos dedicándome su mejor sonrisa, con uno de sus dedos me incito para acercarme y sin perder el tiempo me deshice de la ropa que traía puesta.

Me deslice en la tina mientras la calidez del agua y los brazos de mi alfa me rodeaban en un calor demasiado cómodo, duramos alrededor de media hora ahí metidas solo abrazándonos y disfrutando del agua, al salir nos secamos sin prisa alguna en un silencio más que placentero. De la nada Sam me abrazo por la espalda quitando un mechón de cabello y dejando pequeños besos sobre mi hombro, me gire quedando frente a frente y pasé mis manos por todo su torso hasta llegar a su nuca y atraerla dándole un beso apasionado.

En un rápido movimiento me cargo sosteniéndome por los muslos sin cortar el beso en ningún momento, conmigo en brazos salió del baño llevándonos hasta la cama en donde me recostó con sumo cuidado, como si fuera de cristal y pudiera romperme con un mal movimiento.

Recorría cada parte de mi cuerpo apenas tocando mi piel con la yema de sus dedos, con cada una de las caricias que me daba yo me estremecía un poco más al mismo tiempo que la humedad entre mis piernas aumentaba considerablemente.

Comenzó a darme besos mas allá del cuello dejando otra marca del lado contrario de la primera en el proceso, lo único que podía hacer yo era disfrutar del contacto de sus labios con mi piel y tomarla de la nuca con cariño para que continuara.

Me tomo de la cintura dándome vuelta, sobrepense un poco al creer que me tomaría de una vez, pero no lo hizo, en su lugar me recostó otra vez y volvió a llenarme de besos solo que ahora la espalda, sus manos se posaron en mi trasero y lo apretó un poco antes de dejar pequeños besos esparcidos por la zona.

Con toda la calma del mundo dejó un rastro de saliva con su magnífica lengua a todo lo largo de mi columna vertebral, su mano derecha se deslizó por mi vientre hasta mi seno acunandolo, mientras con la izquierda metió dos de sus dedos a mi boca pidiendo que los lubricaba, a lo cual no me negué. La escena me parecía bastante erótica.

Elevo mi cadera lo suficiente para que mis nalgas acunaran su miembro ya erecto, llevó sus dedos llenos de mi saliva hasta mi clítoris jugando con él unos breves segundos para después hacer lo que tanto estaba esperando desde hace unos momentos. Tanteo mi entrada torturándome, pero no me quejaba, se sentía magnífico y de pronto la sentí deslizandolos hasta lo más profundo de mi, era lento pero lo suficientemente fuerte como para sacarme varios jadeos y gemidos, a pesar de eso pure notar que si respiración era entrecortada por el éxtasis de tenerme así.

No duró mucho embistiendome con sus dedos debido a la desesperación con la que su miembro se masajeaba con ayuda de mi trasero, rápidamente me dejo dandome un beso en el hombro y se estiró a la mesita de noche tomando su cartera, de ahi saco un condon y se lo coloco. Sabia lo mucho que le encantaba hacerlo en esta posicion asi que eleve mas mis caderas ganándome una mirada oscura de su parte junta a su sonrisa ladina, cosa que terminó por prenderme, moví mi trasero provocativamente mientras se acercaba a mi como un depredador a su presa.

Apenas alineó su miembro con mi entrada me penetro fuerte y profundamente provocandome un gran gemido tanto de placer como sorpresa mientras sostenía con fuerza la almohada, me sentía en la gloria, tomando iniciativa me comencé a mover a su ritmo, al principio tranquilo pero bastante firme, luego de unos minutos aumentó la velocidad y fuerza considerablemente mientras sujetaba mis caderas enterrando un poco sus dedos en mi piel.

Tomo mi muslo derecho empujándolo hacia adelante, al hacerlo cambió el ritmo de sus embestidas, seguían siendo fuertes, pero ahora podía sentir como tocaba mi punto g al mismo tiempo que la punta de su miembro chocaba contra la pared de mi útero, era una mezcla deliciosa, cada embestida me hacía apretar un poco mas las sabanas y morder la almohada al punto de enterrarle mis colmillos, sentía a través de mis muslos lo mucho que escurría y por los gruñidos de Samantha que estaba más que fascinada.

Decidí que era momento de que fuera mi turno de llevar las riendas en esto, asi que con uso de toda mi fuerza y voluntad para moverme y tumbarla a ella sobre el colchón, le di un beso bastante fogoso, se sentía genial ser quien mandaba al menos por una vez. Tome su pene alineandolo a mi, baje lentamente sintiendo como se abría paso por mi cavidad vaginal con cada centímetro, no dolió en lo absoluto pero tampoco era nada pequeño por lo que tenía que tener mucho cuidado, espere unos segundos y comencé a moverme de arriba a abajo apretando mis paredes para provocarle más placer a Samantha, que al parecer si funciona por que al igual que yo se aferró a las sabanas de la cama y los gemidos que me dedicaba eran muy excitantes y ásperos, después me tomó de la cintura ayudándome a ir más rápido, tuve que apoyarme en sus hombros para mantenerme firme pero para estar segura la jale haciendo que quedara sentada, aproveche para rasguñarle la espalda y besarla mientras movía su pelvis gloriosamente al mismo ritmo que yo, de un momento a otro sentí sus colmillos enterrarse en mi piel e inmediatamente succionando mi sangre,pude sentir que un poco se escurría por mi hombro pero rápidamente lo limpio dando una larga lamida, el simple acto y lo que la mordida me transmitía hizo que mi orgasmo llegára como una bala provocandome un gran gemido y bastantes espasmos bien recibidos por mi, que estoy segura los vecinos de las habitaciones contiguas y algunas mas alla habían escuchado claramente, unos segundos después Sam tambien se corrio, al igual que yo tuvo algunos espasmos y el gruñido que se le escapó estuvo mezclado con un leve gemido, lo cual me pareció muy sexy de su parte.

Nos acostamos, yo encima de ella en lo que nuestras respiraciones se normalizaban y ya más tranquilas como pudo, mi alfa nos cubrió con una manta y regreso a mi abrazándome por la cintura y olfateando mi cuello, ella se quedo dormida por mi parte yo le acariciaba el rostro delineando su mandíbula con la punta de mi dedo índice, le deje un último beso en el cuello para luego acomodarme bien entre sus brazos y caer en un profundo sueño.

Sin duda alguna me alegraba demasiado haber aceptado ser la Señora de Rivera....

Just Mine (Adaptación Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora