La final

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Llegó la final, y, sin darme cuenta, yo estaba en ella, no sabía qué cantar, normalmente, ellos nos escogían la canción, pero esta vez nos dieron completa libertad. Nico estaba en las mismas, era extraño saber que podíamos escoger. Me puse a revisar mi Wrapped de Spotify, a ver si encontraba alguna canción, me paré en una, no era de mis favoritas, pero era bastante buena para la final, además se me daba bastante bien, por lo que tampoco la tendría que ensayar más.

Me fui a ver a mi vocal coach a decirle mi decisión, también le escribí a Nico, preguntándole que qué había escogido, pero no leyó mi mensaje.

Al día siguiente no desayuné ni comí, tenía la sensación de que si me metía algo en la boca potaría, por lo que me aguanté el hambre y, para distraerme, me puse a mirar mi móvil, me puse a ver shorts de youtube, y me salió uno de los 40 en los que se les preguntaba a mis excompañeros que quién creían que iba a ganar, yo ya tenía mi dedo preparado para deslizar hacia abajo para saltar el vídeo y ahorrarme una decepción, pero algo me detuvo y me puse a mirar el vídeo, la mayoría decían que yo iba a ganar, lo que me dio fuerzas para llegar a la final por todo lo alto.

Antes de que empezara la final, nos hicieron una entrevista y nos enseñaban un vídeo donde los coaches de OT hablaban de nosotros.

Me tocó la última, cómo no, y estaba súper nerviosa, me dolía la barriga y sólo quería que se acabase todo, pero no, me tocó hablar en la entrevista y luego y ver el vídeo, que no fue como me esperaba, en el vídeo, decían que pensaban que era la que más posibilidades tenía de triunfar en el mundo de la música, que era la más mediática y alguno hasta me comparó con Aitana, eso me infló de fuerzas y me subí al escenario con toda la esperanza del mundo.

Allí me esperaba mi ya tan conocido piano blanco, me senté en la banqueta y me puse a tocar. Cerré los ojos porque mi cabeza no paraba de dar vueltas y empecé a cantar. Ya no importaba si ganaba o perdía, yo lo había hecho lo mejor que podía, y lo sabía; Aitana ni siquiera había ganado, pero era de mis cantantes favoritas, me aferré a ese pensamiento y no me separé de él.

Acabé de cantar el último gorgorito y abrí los ojos. Todos aplaudieron y vitorearon y yo me bajé del escenario. Llegué a las bambalinas, donde me esperaba Nico, que había cantado LA ÚLTIMA, de Quevedo. Nico me abrazó, lo que me sentó genial, era justo lo que necesitaba. Me susurró al oído:

- Lo has hecho muy bien, Tylor

Eso me arrancó una sonrisa, ni siquiera había cantado nada de Tylor Swift, pero el insistía en que mi voz se parecía a la de ella y no me dejaba en paz con eso.

3 chicos y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora