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Laura intentó zafarse, pero las manos que la agarraban eran más fuertes que ella.

Atravesaron la pared abierta y entonces la soltó dejándola caer al suelo.

Laura frenó la caída con las manos y respiró hondo.

Casi se queda sin oxígeno.

Se levantó y observó a la dueña de las manos: Rachel; pero lo que le sorprendió fue que ante ella había un montón de monitores con imágenes de cámaras de seguridad.

-¿Qué coño?-Exclamó.

-Te lo explicaré rápido: Encontré una nota sobre un puesto de vigilancia secreto en uno de los pasillos y como vine un día antes me puse a explorar; luego como soy medio voyeur y además tú estabas enfadada conmigo me puse a espiaros mientras follabais y me refugié aquí para no morir. Estaba acojonada.

-¿Entonces podemos descubrir al asesino? Digo habrás visto algo.

-Vi quien cortó la luz, pero no te va a gustar.

-¿Quién fue? Estamos atrapados todos con dos asesinos, necesito saberlo.

-Primero necesito que oigas algo..

Sacó un teléfono móvil y reprodujo un mensaje de voz.

Inmediatamente reconoció la voz, aunque hacía eones que no la oía.

-Rachel, Laura no me coge el teléfono, ¿podrías decírselo tú? Pregúntale porque todavía no ha reclamado la herencia. -Dijo su abuela.

-¿Qué herencia?

-La llamé después y me dijo que tu padre hizo una fortuna en bitcoin y lo vendió justo antes de que cayera el valor; y que en sus últimos días se arrepentía de cómo te trató así que te dejó todo su dinero en compensación.

-¿De verdad?

-Sí. También he llamado a la policía tardará dos horas en llegar.

-Gracias a Dios.

-No, gracias a mí.

Luego escribió un comando en la consola y tras unos minutos se vio la imagen.

-No.-Dijo impactada.

-Tampoco es una gran sorpresa.

Sancho era uno de ellos.

Rompió a llorar furiosa.

-¿Y quién me envenenó?

-Este ordenador es lento como la mierda, así que tardará una hora en cargar.

Pulsó el botón y la cuenta atrás comenzó.

De repente Rachel la empujó hacia a un lado con su cuerpo.

Todo pasó muy rápido: Sancho apareció y dio una cuchillada a donde estaba antes Laura dando a Rachel en el hombro. Esta cayó al suelo.

-Ayuda.-Gritó Laura.

Sancho se giró, dedicándole una mirada de furia y dio un paso lento hacia ella.

Esta, desesperada, dio patadas al aire y casualmente dio una en su entrepierna.

Este soltó el cuchillo, que cayó al suelo.

-Perra del infierno.-Dijo embravecido.

Corrió hacia el cuchillo para agarrarlo.

Rachel le agarró la pierna con un gemido de dolor y tiró de ella haciéndole caer sobre el cuchillo que se clavó entre sus costillas.

Laura se levantó mareada.

-No.-Gritó.

Se acercó a Sancho.

-Hermanito,-Le tomó la mano.-No te vayas.- El terror de la situación se reflejaba en los ojos de ambos.-Aguanta. Te perdono, pero ¿Dime por qué lo hiciste?

El brillo de sus ojos llorosos se apagó antes de que pudiera decir algo.

-No. Por favor.-Sollozó Laura.

La habitación se quedó en silencio unos minutos con solo un lamento fúnebre como banda sonora.

-Agh.-Gimió Rachel intentando levantarse y resbalando con la sangre.

Laura la agarró de la cadera y la levantó.

-¿Por qué?

No hizo falta completar la pregunta, Rachel sabía perfectamente a qué se refería.

-Porque todavía te amo, tonta.

-Saldrás de esta y entonces quizás te daré una oportunidad, Madeleine me lleva pidiendo un tiempo un poliamor sólo que no he encontrado a la persona correcta.

Se quitó la camiseta y la utilizó para intentar parar la hemorragia.

-Me encantan tus tetas.-Bromeó.

-Shhh. Intenta no hablar ni hacer movimientos bruscos.

Volvió a gritar en busca de ayuda.

Al minuto Andrew llegó con Kitty.

-¿Qué ha pasado?

-Creo que ya sé quién es el asesino. Reúne a todos en la enfermería dentro de diez minutos.

Sangre Y Placer Bajo TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora