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-Sam, despierta. ¿Alguien puede hacer algo?-Gritó Andrew.

Laura se acercó temiendo que se tratara de otro asesinato.

-¿Qué ha pasado?-Preguntó.

-No lo sé. Salió de su habitación tambaleante y cayó al suelo en el acto.

-¿Se podría tratar de otro asesinato?

-No lo sé.

Horacio salió de su habitación.

-Andrew, es él.-Le señaló.

Andrew se levantó mientras Laura atendía a Samantha.

-Cabrón.

-Espera...-Las palabras de Horacio fueron interrumpidas por el puño de Andrew

en su estómago.

Este cayó y Andrew se sentó sobre él.

Este se tapó la cara con las manos, Andrew se las apartó y dio el primer puñetazo directo a su nariz.

Luego siguió otro y otro y otro y otro.

-Espera.-Dijo escupiendo sangre en cada sílaba.

Andrew preparó otro puño.

-Déjalo hablar, tiene mucho que explicar.-Ordenó Laura.

Andrew bajó el puño y le inmovilizó las manos.

-Habla.

-Te juro que yo no fui.

-Ya claro.-Dijo Andrew preparando otro puñetazo.

Laura hizo un gesto de que lo dejase continuar.

-Sé que no me vais a creer, pero si Sam sigue viva quizás pueda hacer algo por ella.

-¿Qué opinas?-Preguntó Andrew.

-Que lo intente. No queremos dos muertos en este búnker.

Horacio se levantó sangrante y mareado y se acercó a Samantha.

-A juzgar por su baja temperatura corporal, su dificultad para respirar y el pestazo a alcohol que echa; yo diría que es un coma etílico.

-¿Qué podemos hacer?

-Yo puedo cuidarla, pero tendréis que confiar en mí.-Tosió sangre y le puso la mano en el cuello.

Andrew se adelantó un paso, pero Laura le hizo una señal para que se relajara.

-Todavía tiene pulso.-La colocó de costado.

Le metió los dedos en la boca.

-¿Qué haces?

-Observa.

Sam vomitó.

-Sam.-Se adelantó Laura.-¿Estás despierta?

-Creo que sí, ¿Dónde estoy? Y ¿Por que me sabe la boca tan mal?

Horacio le tomó el pulso otra vez.

-Está mejor, pero el etanol puede provocar daños cerebrales, hay que examinarla.-Concluyó.

-En el pasillo, la última puerta del pasillo de la sala de las vibraciones, hay una enfermería. Nunca se ha usado. Aquí está la llave.-Le extendió la mano Laura.

-¿Pero y si es el asesino?-Repuso Andrew.

-No sé por qué, pero confío en él.

Horacio cogió la llave y cargó el cuerpo semi inconsciente de Samantha hacia el pasillo de la enfermería.

Cuando dejó la habitación Laura se acercó con actitud suspicaz a Andrew.

-¿Sigues pensando en Lola?-Preguntó.

Esa pregunta le pilló por sorpresa.

-¿Cómo sabes eso?

-Me lo contó Madeleine.-Hizo una pausa.- Mira, Horacio te ha acusado de ser el asesino.

-¿Pero no era él?-Preguntó confundido.

-Puede ser, él tenía el veneno, pero no lo hizo solo. Alguien apagó la luz,

-Pero estábamos todos ahí. Aunque si crees que no ha sido casualidad, te creo. No puedo confiar en nadie más.

Eso último la hizo sospechar. ¿Sabía él que el veneno iba dirigido hacia ella?

Decidió no preguntar.

Media hora después se dirigió a la habitación de Kitty para interrogarla, aunque la verdad es que no sospechaba de ella, pero algo llamó su atención.

Un ruido como de un portazo tras la pared tras ella.

De pronto unas manos le taparon la boca y tiraron de ella.

Sangre Y Placer Bajo TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora